La amistad más allá de la tecnología.

Los avances tecnológicos y la dependencia cada vez más creciente a los dispositivos o con lugares dentro de la gran red con mayor grado de inmersión, las reflexiones acerca de cómo las relaciones personales han sido influenciadas se adaptan a diversos medios, siendo la televisión, el streaming, los libros y el cine, quién mejor plasman estás inquietudes.

Películas como Big Hero Six, WallE, Ready Player One Free Guy, ofrecen miradas interesantes a este fenómeno que siguen funcionando a pesar de los años y que confirman cierto acercamiento con esos mundo ficticios. A esta lista se une Ron Da Error, cinta que a través de un ritmo ágil, un humor bien balanceado, así como de un mensaje que tiene fuerza, se confirma como una opción ideal para toda la familia.

Ambientada en un mundo donde los robots se han convertido en los mejores amigos de los niños, cuenta la historia de Barney, un niño de 11 años que descubre que su amigo robot no funciona del todo porque ha sido dañado durante el transporte para su entrega.

Los directores Sarah Smith, Jean-Philippe Vine y Octavio E. Rodríguez aprovechan la tendencia cada vez mayor de historias relacionadas a la tecnología para ofrecer una mirada menos fatalista, una alternativa a los caminos de peligro hipotético de la convivencia humana con la robótica.

Para lograr esta visión, los realizadores equilibran diferentes puntos de vista referentes a la tecnología, evitando darle mayor peso a ningún lado y construyendo tanto personajes como situaciones que permitan observar los puntos más deficientes de cada postura. Aciertan de lleno en enfocarse en el valor de la amistad, la aceptación de las distintas formas de ser y de la importancia del acercamiento con los demás son importar el medio o la forma.

Aunque la trama pueda ser predecible en algunos momentos, lo cierto es que el ritmo fluido, los propios personajes con sus respectivas evoluciones y los ecosistemas presentes brindan los elementos necesarios para que los giros en la narración sean efectivos.

En la parte visual, la cinta cumple de buena manera, dejando colores llamativos, una animación de buena calidad y, destacando de gran manera, el diseño de los B-bots, sobre todo el de Ron, quien pese a ser de color neutro, llama mucho la atención por su diseño minimalista, con una combinación en su estructura con EVA de Wall-E y en la movilidad de gestos a Baymax de Big Hero Six.

Estos elementos ayudan a hacer críticas ágiles a la dependencia por las redes sociales, la tecnología sin dejar de lado los señalamientos a quienes están contra todo lo anterior, aprovechando sus propios excesos para construir situaciones hilarantes y que funcionan para la trama.

El cast de voces también es llamativo y cumple de gran manera. Jack Dylan Grazer logra una química de alto nivel con Zach Galifianakis en los papeles de Barney y Ron respectivamente. Justice Smith regala una cálida interpretación con su papel como Marc, presidente de la corporación que ha fabricado a los B-bots. Olivia Colman, aunque de participación breve, dota de momentos muy agradables como la abuela Donka. Por su parte, Ed Helms hace un discreta pero efectiva labor como el padre raro de Barney

Pese a que existan en buena cantidad las conveniencias de guión propias de muchas cintas familiares, lo cierto es que Ron Da Error es una grata opción de entretenimiento que aborda de una manera divertida el tema de la amistad y como la fuerza de esta puede cambiar para bien tanto la vida social como los propósitos de los avances tecnológicos.

1 pensamiento sobre “Ron Da Error (Reseña)

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