FICM 2021 en Unplugged News: Hugo Magaña y las puertas oscuras del abuso

En Unplugged News regresamos para cubrir una nueva edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, teniendo charlas con los directores que forman parte de la selección de cortometrajes de todo tipo. En esta ocasión, tocó encontrarnos con Hugo Magaña, que llega por segunda vez al marco de esta fiesta del cine con un cortometraje llamado La Cuarta Puerta que forma parte de la Selección de Cortometraje de Ficción. Aquí les compartimos lo que hablamos.

«Soy alguien muy twittero y este proyecto nació al ver un tema que estaba en esta red social que hacía alusión al primer acoso contra personas, lo cual causó un gran movimiento en Latinoamérica. A partir de ello, vi todos los casos, relatos y anécdotas que me dejaron en shock, muy triste. En especial, había un caso de una chica que fue a una reunión en su tiempo de secundaria, tomaron y lo único que recordaba era tener a alguien arriba de ella abusando sexualmente de su persona. No recordaba su cara ni quien era pero al día siguiente, ella tenía que convivir con su posible agresor sexual. Me pareció tremendo, horrible porque más allá del mero hecho reprobable, el no ponerle cara a tu agresor me parece más doloroso», comentó Magaña acerca de cómo nace la idea para su corto.

El tema del abuso fue algo que se quedó en su mente y poco a poco, el realizador se fue dando cuenta de los datos alarmantes al respecto. «Descubrí que la edad de este primer acoso era de los 2 a 5 años, que había sido dentro de su círculo familiar entre muchas cosas más que de verdad me impactaron por ignorancia y por mi falta de apertura al tema. A partir de ello, hice más investigación con gente más cercana a mí y todas habían vivido algo así. Eso me puso a pensar acerca de mis actitudes, de las de mis amigos y todos los hombres que me rodean. Este proyecto tiene su base en esto, es algo que está pasando y busco que se reflexione acerca de ello porque sigue ocurriendo», agregó.

Uno de los planteamientos más arriesgados que La Cuarta Puerta pone en la mesa es esa disección de la familia, que en México pareciera ser algo perfecto y llevar la problemática en ese núcleo social, viendo que la agresión viene desde ahí. «No es tacharlos de psicópatas o algo por el estilo pero el asunto ha sido tan estructurado o normalizado en este sistema con el paso del tiempo que parece que no sucede nada. Es como esa famosa frase que dice ‘hijos sanos del patriarcado’. Somos el resultado de ese sistema que nos educó y eso es muy grave porque es enorme la problemática a nivel mundial y que por años no se cuestionó o no se escuchaba. Este punto es histórico, es importante lo que ocurre y sin duda hay que reflexionar acerca de ello.»

Hablando de los movimientos que han podido dar voz y luchar en contra de estas actitudes de acoso, Magaña reflexionó acerca de la importancia que esto tiene. «Alzar la voz es más una invitación hacia los hombres, nuestras actitudes y formas de relacionarnos que no hemos cuestionado o dudado de ellas. Solamente las aprendemos y replicamos de generación en generación. Estos movimientos como el Me Too y otros hacen que veamos lo que pasa y tengamos que reflexionar a nivel conciencia y emocional. Mi corto tiene esa intención de echarle un espejo hacia uno mismo de lo que se está haciendo hoy y que puede mejorar el día de mañana.»

Algo que llama la atención de La Cuarta Puerta es su narrativa en forma de thriller psicológico. «Este tratamiento es para hacer partícipe al espectador que, con su ideología, pistas y cosmovisión, que genere sus propias conclusiones ante ese final abierto que si, para un lado plantea el saber quién es al hablar más de uno mismo, eso era algo muy atractivo. Que uno como espectador le aportará aún más a la escena o el relato. Incluso, ante ese final abierto planteaba la disyuntiva de lo esperanzador como lo aterrador ante una libertad que duele, daña pero es necesaria. El final es así, provoca que te quedes con tus fantasmas y pensamientos», desarrolló el joven director.

Otra cuestión que propone el cortometraje es la profundidad psicológica que tienen esas heridas causadas por el acoso, abuso o violencia en contra de nuestra persona. «Hay ciertas actitudes que vemos en ella que hacemos sin saber porque. En el caso de ella, es este trasfondo en el que si lo desmenuzamos un poco a nivel psique, nos muestra cómo ella tiene una relación muy peculiar con los hombres que tal vez nunca se ha cuestionado porque tiene algo muy encerrado. Pero también está que, destapando la Caja de Pandora, todo se da, te explican y comprendes el porqué. De ahí viene La Cuarta Puerta, es preguntarte qué sabes tú de ti y que sabes de la sombras que te conforman», aseveró Magaña.

Algo que también toca este cortometraje es la indiferencia ante estas situaciones. «La televisión y los medios nos han quitado esa sensibilidad acerca de estos temas, de manejarnos como meras cifras y no es así. Son familias completamente devastadas No les importa la persona sino el amarillismo de cuantos balazos fueron, entre otros datos de nota roja, del spotlight con la sangre. Con lo que está pasando en el país tenemos que hablarlo, decirlo, sin tener miedo», reflexionó el joven director.

Como dato curioso, su anterior proyecto también tenía una especie de denuncia social en la que una mujer era protagonista. Al respecto de ello, Hugo nos dijo: «Siempre he tratado de abordar a mis personajes desde la conciencia y la empatía, tratando de ser muy responsable con lo que hago porque no se quien lo va a ver o va a decir algo. He tratado de hacer mi trabajo con mucho respeto y honestidad. Mis dos últimos cortos han tenido a un par de protagonistas mujeres, pero en los proyectos que vienen serán hombres. No me enfoco solamente en la mujer sino en todo el prisma de lo humano y lo que sucede alrededor de ellos.»

Afortunadamente, el proyecto contó con una actriz como Verónica Bravo que captura de muchas formas esta angustia que el acoso y el abuso genera en un papel bastante duro. «Trabajar con Vero fue padrísimo. Es una actriz súper talentosa, entregada y consciente. A pesar de no haber vivido una situación similar, entendía perfectamente la historia y la sentía. Eso fue muy importante para mí. Me encanta el trabajo de mesa y el guion, hablando de la importancia a nivel narrativo y audiovisual de lo que planteaba. Hicimos un par de ejercicios y ensayos, aunque pocos, pero trabajamos muy bien el texto, los diálogos, las escenas. Delineamos muy bien el personaje para crear nuestro pequeño universo en que la actriz exploró mucho», explicó Magaña acerca de la dinámica y creación del personaje.

Pero la cereza del pastel en este corto se toca al querer deconstruir los mitos de la familia mexicana, tratando de hacernos cuestionar si ese ideal tal como lo conocemos debe de ser tan incuestionable como aparenta. «La familia mexicana y sobre todo la latina resulta ser muy buena onda, alegre y feliz pero nunca se habla de lo que sucede. Y si pasa algo, prefiere taparlo antes de que se caiga la imagen bonita de la unión. Me parecía muy importante romper con ello, con la imagen de la familia perfecta que se enfrenta a algo que pasa. La mayoría de las veces no hay ningún cambio, solo se hace que no pasa nada, se convierte en un tabú que hace que no enfrentes a esta estructura familiar establecida. En la cinta, lo vemos con la mamá de la protagonista, que forma parte de ese sistema que oculta o cree que ciertas cosas son mejores. Son personajes que actúan desde donde creen que es mejor aunque les duela. Eso fue interesante de explorar. Hay que aprender a cuestionar lo intocable. Es momento de trabajar en nosotros, en nuestra construcción», concluyó Hugo.