The Nowhere Inn: La identidad es una obra de arte… dentro de los pasillos de la memoria, el sonido y los fans

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“Está bien. Mi música no es para todo el mundo.” – St. Vincent

¿Por dónde comenzar? ¿Quiénes somos en verdad? Podríamos colocar unas que otras palabras o hacer algo muy técnico para resumir todo lo visto en The Nowhere Inn, un falso documental que emplea la comedia y suspenso psicológico como una filosofía y fama que se reúnen en un gran motor y máquina; dirigida por Bill Benz, con un guión de Annie Clark y Carrie Brownstein. 

Pero la verdad, quiero hacer algo diferente y no brindarles una reseña, sino mi experiencia en este viaje cinematográfico, visual, reflexivo y poderosamente sonoro, que, dicho sea de paso, NO ES PARA TODO EL MUNDO.

https://youtu.be/HaT9pMGNL_c

Annie Clark (también conocida como St. Vincent, la artista ganadora del Grammy) y Carrie Brownstein (Sleater-Kinney, Portlandia) nos presentan el relato meta-ficticio de dos fuerzas creativas que se unieron para hacer un documental sobre la música de St. Vincent, la vida de gira y el personaje arriba del escenario. Rápidamente descubren fuerzas impredecibles que acechan a la protagonista y a la cineasta que amenazan con arruinar la amistad, el proyecto y la vida creativa del dúo. El cineasta Bill Benz (Portlandia, At Home With Amy Sedaris) entrega un divertido retrato sobre la realidad, la identidad y la autenticidad. Una historia de dos amigas cercanas que intentan mostrar la verdad sobre un tema complejo dentro del cuarto de espejos que es la vida artística y que amenaza con devorarlas por completo.

Lo escrito por Clark y Brownstein termina en las buenas manos de su director, el cual nos demuestra dónde colocar la cámara para ser parte de este relato ácido, sarcástico, loco y demasiado extraño, el cual nos ayudará a pelar una que otra capa visual de St. Vincent asi como todo lo que vemos arriba y debajo del escenario de esa cantante mundana, salvaje, misteriosa, exótica, sensual y excéntrica; la cual se deja envolver por sonidos eléctricos y distorsionantes con un halo de misterio.

Todo esto sin olvidarnos de esa “nerd” de nombre Annie Clark, la cual en la vida diaria contrasta como un ser tranquilo, calmado y que solamente interpreta a un personaje. Pero aquí es donde entra toda la duda y el peso de la cinta, su punto más importante y con el cual, todo se irá desarrollando; ¿es solamente un personaje musical? ¿una extensión de lo que ella no puede ser sobre las tablas? ¿es su alma golpeando en cada letra por su liberación? Son en estos puntos, donde la película quiere destacar más, en su reflexión y psicología, la cual nos invita a un escenario muy de David Lynch con su gran cinta “Mulholland Drive”.

Y claro debe quedarnos desde los primeros minutos, que esto no es el “documental” o cinta esperada. Ya que, por medio de su arte, realidad, identidad y autenticidad, en tres actos nos dejará ver el lado A y B de la música como de su propio mundo y la mente de varios personajes. Este acercamiento y mundo puede moldear a una persona y todo lo que le rodea para convertirlo en lo mejor o peor como persona. Convertirse en el todo y nada para ser una gran versión de él o ella; siendo un recipiente de la audiencia para sus pensamientos a través de sus sonidos y música.

La cinta es algo experimental y lleno de arte extraño, que cae en una mentira que con el paso de los minutos nos tragamos por completo; es algo que se moldea como frágil pero lentamente se vuelve un juego malvado de laberintos y espejos dentro de nuestra mente e imaginación. 

Una pieza que se sabe enfrentar a sí misma se golpea con todas sus fuerzas para autodestruirse frente a la cámara y el espectador; jugando cada una de sus cartas de manera precisa y tramposa como valiente. Es justo, en el acto dos y tres, que el vacío con crisis existencial y espiritual, junto con las palabras correctas nos ayudará a no encontrar, pero si ir construyendo a St. Vincent y Annie, al igual que nosotros mismos durante el trayecto.

Y es por medio de esa construcción que vemos como nuestra identidad y la del protagonista, es una obra de arte puro como extraño si es que lo sabemos llevar en la dirección correcta.

Me atrevo a decir que esto es una experiencia única como sensorial, adictiva y muy extraña para cuando llegamos (si es que llegan) al acto tres sin que les duela la cabeza. Y hablando de ese tercer acto, este se atreve a llevarnos de la mano por un largo camino de humo y espejos, de blancos y negros como de locura y un “giro de tuerca” que puede ser bueno o malo, pero quizás para los fans sea algo exquisito que deja más dudas como un “acto de venganza” crudo en el cual, las respuestas no tienen cabida. Y donde la transformación de Annie a St. Vincent es hipnótica; donde las respuestas serán todo lo que tú quieres que sea.

Si terminamos algo confusos, es normal, al igual que la música de St. Vincent esto no es para todo el mundo. Es una película que por momentos tiene mucho que decir y explota con sus reflexiones, así como implota con sus propias mentiras y falsedades dentro de un caos muy extraño que no va en orden.

La música e imagen se vuelven una sola forma, la cantante y el cineasta hacen sinergia con la verdad y la mentira, como lo absurdo y magnifico que puede ser el arte, para aventarnos un pastel enorme de falso documental. El cual es sostenido con una increíble voz y banda sonora que se quedará en nuestra alma y mente por un rato, pero si eres fan de St. Vincent, esta encontrará un lugar en tu corazón. 

Finalmente, como espectador creo que la razón de este trabajo “intenso” es clara, pero es tener el control de la narrativa. El cómo se ve y cómo cree que se ve, forma, a veces, la brecha catastróficamente amplia entre esas palabras. Entonces, la idea de todo esto es hacer que cómo suenas y cómo crees que suenas, se empaten.

Y como lo diría St. Vincent: “Siempre es una colaboración; creo que la mejor habilidad al ser artista es saber con quién colaborar… esto es una experiencia sin ego ¿Qué estoy pensando? Que supongo que no importa cómo me sienta ninguna noche en particular, se lo debo todo a mis fans, darles mi sudor, sangre y lágrimas…”

FICHA TÉCNICA

Título original: The Nowhere Inn
Dirección: Bill Benz
Reparto: Carrie Brownstein, Annie Clark, Ezra Buzzington, Toko Yasuda, Chris Aquilino, Robert Miano, John Aylward, Richard Wharton, Michael Bofshever, Rya Kihlstedt, Cass Buggé y Nancy Daly con Aisha Dee
Distribuidora: Mantícora Distribución
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos Año: 2020

Calificación: 6 / 10

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