La Medium. La espiritualidad del terror puro
En la actualidad es innegable que el cine asiático dentro del genero del terror es uno de los mejores, sobre todo las producciones provenientes de Corea, quienes nos han entregado tanto series como filmes de maravillosa calidad. Train a Busan, Dos Hermanas, The Host o Mimic: Voces del más allá son solo algunos ejemplos de lo anteriormente mencionado, consiguiendo evidenciar (aún más) como las producciones hollywoodenses tienen una grave precariedad.
Para deleite de todo aquel amante de este género, llega a salas de cine México de la mano de Cine Canibal, una producción aclamada en distintos festivales, catalogada por un gran numero medios como “la película más aterradora de todos los tiempos”.
“La Medium”, una co-producción de la casa productora surcoreana Showbox y la tailandesa GDH nos presentan una crónica espeluznante en donde podremos conocer un poco más acerca de una profesión mística y antigua, la cual esta rodeada de miles de leyendas intrigantes . ¿Pero es realmente acreedora al título que le ha otorgado la prensa?
LOS CHAMANES, PERSONAJES HISTORICOS Y MISTERIOSOS.
El guion está inspirado en material de un colectivo de documentalistas de origen tailandés, que registraron la vida cotidiana de una chamán de nombre Nim Tonvali, quien asegura estar poseída por la deidad Bayan, venerada por su localidad para contar siempre con su protección.
La finalidad de documentar a esta mujer es para tener la oportunidad de conocer a profundidad tanto las costumbres como tradiciones de estas personas y así finalmente poder conocer que tanta veracidad hay sobre sus capacidades y dones. Pero conforme avanza esta experiencia, el rumbo de los acontecimientos toman un giro inesperado cuando un miembro de la familia de Nim, experimenta un extraño cambio de comportamiento, logrando perturbarla al grado de averiguar a toda costa que o quienes son los entes que se han apoderado de su sobrina.
Toda la historia es desarrollada en el formato de falso documental, el cual, si bien no es algo que no hayamos visto anteriormente, transmite un aire de realismo gracias a su forma tan correcta de ejecución, demostrando la alta funcionalidad de este mismo. Igualmente, la película toma su tiempo antes de llegar a la parte escalofriante pues era necesario para lograr dar un contexto eficaz; a la par de sacar el mayor provecho a esta técnica cinematográfica al momento de grabar la vida cotidiana de la población para poder apreciar su estilo de vida.
Otro aspecto bastante disfrutable es la forma en como se profundiza sobre los demonios de aquella nación, dejando claro su vasta diversidad para demostrar como Tailandia es proveedor de estos tétricos espíritus y así captar el interés de los espectadores sin saturarlo con demasiada información al desglosar solo lo elemental sobre estos seres impregnando un misticismo fascinante.
UNA PRODUCCION HIBRIDA NO DA EL MEJOR RESULTADO SIEMPRE.
Uno podría pensar que realmente estamos antes una producción digna de los elogios otorgados, pero lamentablemente no es así al contener dos visiones totalmente diferentes. Por un lado, tenemos los típicos clichés al estilo REC o Actividad Paranormal, rompiendo de cierta manera la esencia y el rumbo que se había construido a lo largo de los primeros actos mientras que, por otro, tenemos sangre, gore, incesto, violencia y momentos perturbadores, elementos representativos de este tipo de producciones asiáticas
El proyecto es dirigido y escrito por Banjong Pisanthanakun, un cineasta con gran experiencia de este tópico, que ha logrado consolidarse con otros grandes éxitos en taquilla en cines de Tailandia, pero por si fuera poco, es producido y co-escrito por Na Hong-Jin, la menta maestra detrás de The Wailing, uno de los mejores largometrajes en cuanto a cine de terror se refiere dejando el alto nivel consagrado para poder entregar un filme de horror en toda la extensión de la palabra.
Las locaciones incrementan el nivel de inmersión gracias a sus paisajes y clima, captando una sombría nación donde Buda es la máxima autoridad en cuanto a religión se refiere. A pesar de que en todo momento la cámara se encuentra en constante dinamismo, se logra captar escenarios donde se refleja la espiritualidad de la región para darle una mayor profundidad al tema expuesto.
LA FORMULA CORRECTA DEL MIEDO PRESENTE
No cabe la menor duda del gran desempeño por parte del elenco, sobresaliendo totalmente el de la joven Mink encarnada por Narilya Gulmongkolpech quien lograr transmitir verdadero pavor con su actuación al momento de ser poseída. Adicional a ello podemos ver sangre, gore, violencia y momentos perturbadores dejando claro el sello característico de estas producciones asiáticas complementado el suspenso que experimentaremos en todo momento.
Si bien existen varios “jump scares”, podemos asegurar el manejo de estos de una forma no tan abusiva, pero sigue siendo un pilar para sostener la película convirtiéndose en un factor un tanto negativo, principalmente al llegar el último acto. La banda sonora se presenta de manera sutil para complementar los momentos de alta tensión para complementar de gran manera esta experiencia.
Es importante poner atención en cada detalle a cuadro dado que estos añaden un misterio envolvente para darle ese ultimo toque ante los sucesos perturbadores derivados de la desgracia que persigue a esta familia desde generaciones, convirtiéndose en un efecto para complementar mejor la narrativa.
ESPELUZNANTE DE PRINCIPIO A FIN.
The Medium es una excelente cinta donde su único pecado es haber intentado combinar dos estilos con visiones similares, pero a la vez distintas, a pesar de ello logra ser un excelente producto audiovisual, aunque es recomendable no ir con altas expectativas pues lamentablemente todos los elogios están sobre exagerados, pero para todo amante de esta categoría podrán disfrutarla sin problema.
No estamos ante el nuevo «El Exorcista» de la década pero tampoco podemos demeritar el gran trabajo de producción dejando claro como Asia sigue liderando esta categoría dentro del séptimo arte y esperamos que de este lado del charco, haya quienes estén dispuestos a tomar el mismo tipo de enfoque tanto visual como argumental.
