HISTORIAS INVISIBLES: ¡Salud, porque disfrutar de estos relatos es una gran victoria!

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“Ha sido un viaje de aprendizaje y de resistencia, una historia de muchas minorías que necesitan de varias tonalidades de lucha y voz.”

Podríamos hablar o escribir mucho acerca de este interesante proyecto. Pero es preciso mencionar que este pequeño gran trabajo nos trae un vestigio del tiempo, el cual devela el gran papel de la mujer en la industria cinematográfica y como las herramientas de comunicación bien aprovechadas, pueden impulsar muchas vidas.

https://youtu.be/KXbj4vA4JCs

En 1982 un grupo de mujeres indígenas lograron filmar una serie de películas, nunca fueron estrenadas en cine. Hasta ahora el trabajo de estas videastas indígenas había estado perdido en el tiempo. Cuarenta años después conoceremos la historia de una de ellas.

Una producción de JAKOB, desarrollada por ISAAK y dirigida por Ricardo García-Nateras, Historias Invisibles busca ser el reflejo y además demostrar lo que es ser una mexicana chingona o mexicano chingón desde la intimidad y mirada de alguien más; demostrando que el paso del tiempo es muy valioso para conocer parte de nuestra historia y, que todavía queda mucho por contar.

https://youtu.be/LPFajMdnAeU

García-Nateras realiza un trabajo casi silencioso que pone toda la atención en su protagonista Martha Colmenares, la cual se apoya de mucho diálogo cultural, sincero y de imágenes “invisibles” que nos dan a conocer ciertos momentos importantes y festivos dentro de la comunidad zapoteca.

Con este trabajo sentimos, vivimos y vibramos a través de Colmenares y la fotografía de Yásib Vázquez Colmenares, la cual es íntima y hermosa, haciendo resaltar para la pupila el entorno, el paisaje y los colores; buscando que conectemos por medio de imágenes con Martha – y de igual forma con su comunidad -, la cual nos va guiando por su historia, hermanas y hermanos, paisajes; ella poco a poco nos transmite su seguridad y confianza para relatarnos todo lo que debemos saber y qué fue lo que la impulso a cambiar las cosas dentro de su historia.

Este corto documental trata sobre explorar algo que no se dejó ver por muchos años y sobre todo, reflexionar sobre nuestras propias raíces, la voz, imagen y vida que le damos a las historias. Lo anterior dicho se apoya, dentro del documental, por medio de periódicos y cintas de video; como un acercamiento a la comunidad y necesidades del pueblo. Mientras que para el espectador y hasta para el más perdido; causará intriga en como ciertas herramientas escritas y visuales pueden servir de mucho para darle identidad a algo.

La mirada de este trabajo es algo colonialista, pero muy propio y verdadero; lleno de tradiciones y ecos que deben ser escuchados. Debemos resaltar que esto no se hace desde el folclore; se visualiza como un gran primer paso para que el trabajo de cineastas indígenas como Martha Colmenares no sea invisible y que las comunidades… NO SEAN LA ETIQUETA DE LOS GRANDES MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

“Hay que crear algo mejor para que pueda diferirse y entenderse.”

MARTHA COLMENARES

 En Unplugged News nos dimos a la tarea de hablar con Martha Colmenares para conocer parte de su trabajo regional y zapoteco y que, de igual forma, nos explicara un poco sobre el paso del tiempo, las herramientas de comunicación utilizadas para lograr este proyecto y el papel de la juventud en el mundo de la cinematografía invisible, entre otros detalles interesantes.

Los años 80s fueron una época interesante dentro de este trabajo en Oaxaca. Desde muchas experiencias de organización comunitaria y reflexión e intercambio de pensamientos. Y mientras que con todo eso en el terreno, hubo un momento de surgimiento, de dar voz, imagen y vida a algo que no se conocía o no se veía a simple vista. Con la creación de varios documentales, un periódico y muchas posibilidades acompañadas de un derecho; Martha Colmenares nos comentó acerca del por qué se realizó este trabajo y cómo fue la creación de su propio lenguaje.

“Es un trabajo de varias comunidades zapotecas. La característica es que somos pueblos zapotecos y que creamos un medio para darnos a conocer entre nosotros y al medio occidental. Logramos crear un lenguaje propio reconocido por cineastas de esa época a los que les interesó mucho apoyarnos. Aunque nosotros realizamos esto solamente de acuerdo con la movilización; no es que creemos individualidades para ser cineastas o volverlos cineastas, sino por necesidad de comunicar lo que sucedía en ese momento, a través de nuestra mirada. Y de que fuera muy estético para que lograra ser atractivo para los otros que no son de nuestra región; la gente puede ver todo lo que se graba sobre ellos sin editarse. Es con eso que siempre hay que crear algo mejor para que pueda diferirse y entenderse. Ese fue nuestro propósito«, expresó la artista zapoteca.

También formó parte de ello el otorgar y crear un lenguaje de comunicación escrito, el periódico, el cual sirvió para un primer acercamiento a la comunidad y busco apoyar al pueblo dentro de sus necesidades; apartando varios obstáculos del camino. Aunque es poco lo explorado sobre esa herramienta de comunicación, existe otro personaje muy importante que juega con todo a su alrededor: el tiempo, que por medio de vestigios, va completando algo mayor. Para Martha esto sigue siendo algo actual.

“Se encuentra muy bien cuidado y aún se puede entender. Siguen siendo actuales esas peticiones de las comunidades. Es claro que ha habido cambios por la tecnología; lo que sucedió con cada uno de nosotros fue que compramos la cámara y todos grabamos momentos muy importantes de la comunidad, para almacenar algo para una cápsula del tiempo visual. Y bendito sea el paso del tiempo que nos permite comunicarnos entre nosotros con varias herramientas. Una de ellas muy importante: la mirada; con esto dejamos de ser objetos de estudio o fílmicos. Aquí nos mostramos tal y como somos; creo que igual logramos plasmar una relación más horizontal con occidente. Esto y más implica el paso del tiempo”, aseveró.

Este corto documental, tanto en palabras como en lo visual, es algo que está repleto de tradiciones y ecos que retumban en los pasillos de la memoria para que sean escuchados; haciendo notar la identidad y alma de muchos personajes y momentos. Esta pieza fílmica se atreve a reflejarnos y no olvidar nuestras raíces que poco a poco van brotando para ser contados por alguien más.

“Esto se debe contar siempre a través de nuestra organización comunitaria y autoridades, porque esto nos otorga una gran libertad para hablar de nosotros. Con esto no se busca el ser individual, ya que más bien sería buscar el reconocimiento de nuestro pueblo, de nuestros orígenes como zapotecos. Pero, sobre todo, no se debe utilizar el apellido indígena, para buscar beneficios personales«, comentó Martha.

El equipo detrás de este trabajo nos deja en claro que esto no es un punto de vista desde el folklore sino más bien un viaje de aprendizaje y de resistencia, una historia de muchas minorías que necesitan de varias tonalidades, de constante lucha y de voz.

A su vez, esto forma el primer paso para que el trabajo de cineastas indígenas como Martha Colmenares sea visible, al igual que sus comunidades. Pero ¿qué hay que decir de aquellas mujeres y hombres que buscan que su trabajo se visualice? “Definitivamente no tengo nada que decirles porque ellas ya lo están haciendo; al menos en la comunidad zapoteca. Y aquí quiero abarcar más. Pues tanto hombres como mujeres toman la iniciativa de tomar la cámara y filmar; en la comunidad donde tengo responsabilidad como zapoteca, la comunidad joven documentaba lo que sucedía en la cocina antigua. Ellas y ellos tienen cápsulas de la preparación de comida, entrevistas a las señoras que crean esos platillos y más. Pero eso es muy íntimo, muy de nosotros, pero si yace alguna oportunidad de compartirlo o crear algo similar para el exterior, adelante. Pero volviendo al punto de esto; no, no tengo algo que aconsejarles, no creo que deba hacerlo porque la capacidad que tenemos y tienen, nos hace adaptarnos a lo que viene. Y creo que deben recordar que esto no debe lastimarnos a nosotros mismos ni a la comunidad, ni nuestras formas organizativas, ya que al no respetar eso, se crean individualidades. Aunque al final del camino, puedo añadir o decir en pequeña forma, pero muy importante, es que se debe trabajar en conjunto para lograr una mejora para todos y no solo para uno; no se blanqueen en forma, actitud y pensamiento, siéntanse orgullosos de donde vienen y sus raíces«, afirmó Colmenares.

Cerveza Victoria lleva mucho tiempo comprometido en rescatar las tradiciones mexicanas; esa raíz que nos hace ser mexicanos y chingones en todo su esplendor. Y en este mes donde se celebra al cine y que en otras partes hay historias que no se han contado o no han salido a la luz. Historias que han sido narradas por algunas voces y que han tenido diferentes momentos, lo cual se vuelve un cine, documental o trabajo invisible… ¿Pero realmente qué es esto de tener historias invisibles? ¿Qué significa?

“Aquellas que no se dan a conocer en los medios. Que nada más las historias, como decía en el documental, son diferentes a nosotros, no morenos. Prácticamente en la televisión nacional no hay morenos, hay gente muy blanca. Creo que también nosotros tenemos derecho como zapotecos, morenos y comunidades a que se muestren y escuchen nuestras historias”, concluyó Colmenares.

Así fue como Martha concluyó la entrevista, dejando caer una venda de los ojos para algunos, mientras que para otros hizo resonar un eco enorme sobre esas historias que no quieren ser contadas en mares blancos. Con esta charla nos deja saber que los pueblos indígenas “dejan de ser objetos de estudio o fílmicos. Aquí se muestran tal y como son, mostrando lo que realmente vale contar.” Y que esto es un primer paso de muchos más que vienen en un viaje de aprendizaje y de resistencia.

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