Nací para Vivir Cantando: una noche de triunfo para Vivir Quintana

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El viernes 25 de marzo por la noche, Vivir Quintana emocionó y generó un espacio efectivo de empoderamiento, así como de un firme recordatorio de lo que falta por solucionar en un país donde la indiferencia cuesta la vida.

Con un escenario de belleza luminosa, público entregado y con una sencillez que conquista fácilmente, Vivir Quintana ofreció un recital espectacular que confirmó que con talento, carisma a la vez que auténtica preocupación por la realidad, se puede llegar a cualquier persona sin necesidad de victimismo ni extremismo.

La velada, comenzó con un enérgico número por parte de la rapera Alaíde. Sus rimas llenas de entusiasmo y sinceridad encendieron el ambiente de un público que empezó dubitativo pero que muy pronto la aplaudió. Su minimalista set en el que ella con el guitarrista Rendón, el cual disfrutaba de la experiencia, fue suficiente para preparar todo para el espectáculo que vendría.

En compañía de talentosas músicos como la baterista Alis Emerson (Ruido Rosa, M&M), la guitarrista Mint Parker, la contrabajista Pilar Sánchez, la tecladista Pris Sánchez, así como las coristas Palomar, Bere Contreras Bárbara Riquelme, Quintanar regaló grandes versiones de corridos y música ranchera que sustituían las típicas letras violentas y machistas para darle paso a denuncias a casos de injusticia, impotencia o de amor sano.

Las luces, predominantemente  moradas, verdes o arcoíris, dieron otra vibra al espectáculo que en todo momento daba espacios para el aplauso o las consignas feministas. La cantante también aprovecho para alejarse de cualquier odio al hombre, invitando al público masculino a qué apoyarán al movimiento e hizo hincapié a la lucha por la paz para todas las personas.

A mitad del concierto, el compositor Juan Manuel Torreblanca entró al escenario para cantar con total sentimiento. En los pocos minutos que compartieron escena, la química fue notable y regalaron una gran colaboración, siendo el único hombre en un staff en el que todas son mujeres.

Siguiendo el hilo activista, Vivir invitó a la cantautora Leticia Servín para hacer un homenaje a todas aquellas colegas que día a día entregan su vida a despertar conciencias. Un abrazo sincero, lleno de cariño y que, afortunadamente, es contraste a la terrible realidad que vivió con el padre de su hijo.

La compositora armó un espectáculo dónde todas las integrantes de su banda e invitados pudieron brillar, destacando especialmente la alegría de sus coros que animaron con sus bailes, sonrisas y cantos poderosos, así como de un solo de guitarra por Parker.

Para el cierre del espectáculo, tras cantar grandes temas como Al TiroSororaLa Casa de la Esquina BesarVivir Quintana dedicó unos minutos para dedicar el show a sus padres (quienes la acompañaron entre el público), a todas las compañeras de lucha, también para reafirmar su agradecimiento a un público que siempre la ha apoyado, confirmar su entrega al no olvidó de la terrible situación de género en México y dar la bienvenida al Mariachi Mexicana Hermosa.

Cucurrucucú paloma fue la primera canción que cantó con esta increíble agrupación, un homenaje a la música de su infancia y agradecimiento a sus padres por su soporte. Después de esta gran versión, Canción sin miedo fue reversionada de manera magistral, acompañada del grito de todas las mujeres del recinto, coros sin errores, puños en alto y rostros llenos de lágrimas. Un final inmejorable.

Tras más de hora y media de show, la cortina del escenario se alzó para que todas las integrantes del staff pudieran recibir los aplausos y muestra de afecto de un audiciencia que se rindió por completo. Una noche donde la lucha alzo su voz a través de geniales composiciones y que confirmó a Vivir Quintana como una de las voces más necesarias para esta época dónde no se debe rendir nadie.

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