Andrés Calamaro en el Pepsi Center WTC: el canto de un ‘Salmón’ conmovido

Desde su paso por la agrupación argentina Los Rodríguez hasta su exitosa carrera solista, la figura de Andrés Calamaro, aquel al que apodan el ‘Salmón‘ por nadar siempre a contra corriente, ha demostrado su poder en las canciones que ha escrito, formando parte del colectivo latinoamericano por generaciones.

Después del encierro obligatorio por la pandemia, situación que lo alejó de los escenarios este par de años, el ‘Matador’ Calamaro hizo su regreso a la CDMX en el pequeño pero poderoso recinto del Pepsi Center WTC en el que se dieron cita todos los fanáticos del argentino para recibir a su ‘Comandante‘ como merecía.

Después de una video introducción donde mostraban el paso de Andrés por el país, su larga carrera y el gran recibimiento de su audiencia, que a las 8:45 de la noche se estremeció con el primer saludo de su líder, señalando a la audiencia que vitoreaba su imagen, pisando el escenario e inclinándose para besarlo en agradecimiento.

‘Bohemio‘ abrió la íntima celebración mientras la imagen de una rosa ardiendo de fondo se veía detrás de la silueta del torero musical, que continuó con ‘Hong Kong’, haciendo un puente final con un clásico de los Beatles: ‘Nowhere Man‘, dejando el ánimo en alto para la primera rola en que el público se le entregó por completo en los coros, ‘Cuando No Estás‘.

El primer guiño a su historia musical se dio con ‘A Los Ojos‘, tema de su época en Los Rodríguez que ligó con la nostalgia de la audiencia para seguir con ‘Socio de la Soledad‘, convirtiendo a algunos de los asistentes en sus cómplices de viaje ante ese familiar sentimiento de estar solos.
‘Tantas Veces‘ mantuvo esa emotividad al aire, mientras Calamaro cantaba sentado en la tarima y escuchaba a sus seguidores cantar todo a pulmón.

‘Gaviotas‘ siguió con ese sentimiento que conmovió no sólo a los presentes en el Pepsi Center sino también al ‘Salmón’, que disfrutaba sentado en la tarima ante los cánticos de «Olé Olé Olé, Andrés» para después pasar a los teclados y continuar con ‘Mi Enfermedad‘ mientras la euforia del argentino se dejaba ver como pocas veces al mandarle besos a su público y aplaudirle mientras se quedaba callado escuchando cómo todos los presentes cantaban por él mientras la bandera mexicana se hacía presente en las primeras filas.

La faena continuó con ‘Los Aviones‘ donde su tecladista, Germán Weidemer, se llevó la ovación de los fans durante el solo dentro de la canción. Después, la noche se volvió un tanto futbolera, pues con ‘Maradona‘, Calamaro recordó al número 10 de Argentina en las canchas mexicanas, provocando saltos mientras el video de fondo mostraba a Diego en ese verano de.1986. «Espérame en el cielo para empezar de nuevo…», recitó Andrés para cerrar el momento de homenaje mientras tomaba una playera de México que le aventaron al escenario, señalando que en el Mundial de Qatar se pondría la verde como señal de hermandad.

‘Crímenes Perfectos‘ continuó con el coro de corazones rotos en el público, que volvió a callar a Calamaro al entonar con fuerza el coro mientras el bohemio artista, con ya medio vaso de whisky encima, levantaba una bandera de México, la besaba y hacía un pase con ella al más puro estilo de la tauromaquia. Terminando el tema, nuevamente besó el piso del escenario y le hizo una reverencia,ñ a sus seguidores, a quienes les confesó que «es emocionante cantar de nuevo en México».

La fiesta continuó con ‘Tuyo Siempre‘ que causó bailes y palmas entre los presentes y siguió con ‘Salud Dinero y Amor‘, otro tema de Los Rodríguez que Calamaro exclamó que bien podía ser una canción ranchera. A ellas le siguió ‘Rehenes‘ y otra de las más aclamadas por los soldados del ‘Comandante’ argentino, ‘Estadio Azteca‘, que de nueva cuenta encendió los ánimos de la gente en una corrida musical variada.

El argentino recordó algo importante a sus fieles seguidores, pues ‘No se Puede Vivir del Amor’, otro tema del pasado con Los Rodriguez, tema en el que Calamaro usó los teclados de nuevo, preparando la escena para ‘El Salmón‘, canción que hace referencia al apodo de esta figura que siempre iba en sentido contrario a las tendencias.

El sentimiento volvió a salir a flote con la rola más sonada de Andrés Calamaro, ‘Flaca‘, que provocó coros al ritmo del solo de guitarra final de su compañero en el escenario para ligar esos últimos acordes con ‘Paloma‘, donde el argentino dio su primer llamado a despedirse para dar un pase de torero cual matador experto mientras la audiencia se entregaba de lleno causando que el artista se conmoviera hasta las lágrimas, mismas que ocultó detrás de sus gafas oscuras características, exclamando: «Lo que vivimos hoy no se nos va a olvidar nunca…»

‘Alta Suciedad‘ sonó con todo la fuerza del rock encima, clamando que, como dice la canción, no se puede confiar en nadie más en la actualidad mientras Calamaro alternaba entre el teclado y el micrófono en el escenario, agradeciendo lo impresionante de esta noche, una corrida musical que lo tomó desprevenido.
La oscuridad del escenario trajo de vuelta al elegante bohemio, mientras afirmaba: «La dulzura en México es diferente a otros lugares, esperemos que el mundo pueda aprender de ello».

Sin más palabras, la magia de la tauromaquia de Calamaro llegó al momento de clavar las espadas a su público con el clásico ‘Sin Documentos‘, donde la imagen de un toro detrás y de la fiesta taurina que tanto ama acompañaba a la potente música en el lugar para cerrar con ‘Los Chicos‘, en la que recordó a varios músicos que han perdido la vida en los últimos años con un video al fondo, cerrando con broche de oro al terminar con un toque ‘De Música Ligera’.

Así, Andrés Calamaro dio la última estocada de esta faena musical, no sin antes despedirse de la manera más mexicana posible: cantando una estrofa de ‘El Rey‘ de Jose Alfredo Jiménez, recordando que el rey de la noche es él, el ‘Salmón’ conmovido que nos regaló su canto durante una noche.