Marco Mares: sonrisas, amor y nostalgia en una inolvidable velada en el Metropolitan
Entusiasmo, creatividad y humildad, son virtudes que Marco Mares ha demostrado como artista, confirmando las anteriores en el show del pasado 18 de mayo en el Teatro Metropólitan de la CDMX.
Amor melancólico acompañado, irónicamente de alegría y jugueteo que se da través de sus ritmos bailables, Marco hizo de este concierto una celebración para él, su productora y sus fans que solo demuestran su cariño en dedicatorias que exaltan sus letras de manera profunda.
La noche de un caluroso miércoles fue una señal del cariño que los espectadores reflejaron en su coros y entrega en casa canción. Previo a la entrada del cantante, su joven colega Adi se ganó aplausos al presentar Monstrous, Poison y un cover de Natanael Cano. Este pequeño adelanto de su próximo EP, ha llamado la atención de potenciales nuevos fans que sin duda le darán una oportunidad a esta emergente artista.
Tras está cálida bienvenida, el protagonista de la noche deleitó a todos en el venue con su synth pop e indie, en una amalgama de sintetizadores con guitarra acústica. Luces e instrumentos colocados en medialuna, brindaron un magnético espectáculo lleno de colores, siempre impulsando la figura de Mares, quien encabezaba todo desde el centro a la vez que contagiaba con sonrisas todo el disfrute que estaba viviendo.
Primero como si fuera un ser omnipresente, para dar paso a su figura que tantos gritos de apoyo generó, Alboroto, Casa, Match o No Sé Decirte Que No sirvieron de apertura para el debut en este recinto del talentoso músico. Diamante Eléctrico, Fer Casillas y Esteman fueron los invitados de lujo en una noche de sorpresas, sumando dos excelentes actuaciones por parte de Vanessa Zamora y la vocalista de Matisse Melissa Robles, presencias que engalanaron una puesta en escena profesional y pulcra.
El dinamismo de Mares elevó sus dedicatorias emocionales, para sus padres con él en batería y con Ingrid, a quien vía llamada telefónica le dedicó el hit Bebé. Canciones como Soñé contigo, Refugio, Bonito, Mi lado más frío o el cover Na Na Na (Mi Dulce Niña) de Kumbia Kings, hicieron de esa noche una experiencia que confirmó el futuro de este proyecto solista.
El cierre se dió con Flaquita y La Ola, teniendo en Nicole Zignano como invitada final, agradeciendo y retribuyendo a un público que va en aumento, que hizo sentir un recinto que espera un retorno con más volumen popular, brillando con talento y con su eterna sonrisa que solo da luz a una generación que tanto lo requiere.