Isla de pájaros
Muchas veces cuando uno se enfrenta a desempeñar un nuevo oficio, inicialmente “choca” con los problemas de ajustarse en diversos sentidos: convivencia con colegas y jefes, familiarizarse con las herramientas de trabajo, aprender y pulir técnicas, etcétera.
El filme francés «L’île aux oiseaux» (Isla de pájaros), de tipo documental y corta duración, narra como un joven de nombre Antonin, tiene poco de trabajar en un refugio de aves; más específicamente en el área de crianza de ratones, los cuales fungen como alimento de algunas aves. El protagonista interactúa con otros dos jóvenes: Sandrine y Emilié, ellos tienen tareas relacionadas con el cuidado de aves; además de sus superiores: Paul e Iwan; estos dos últimos a lo largo del filme, aunque sobretodo Paul, le van dando lecciones a Antonin sobre: reproducción, alimentación y ejecución de ratones.
De igual manera se van suscitando algunas cuestiones más propiamente de las aves, tales como: curaciones, cirugías, eutanasias, autopsias, acogidas, liberación, alimentación, entre otras cosas; siendo estas atendidas en su mayoría por Emilié.
Se juguetea un poco con si al protagonista le gusta la chica, pero no se anima ni a hablarle; la dificultad de realizar tareas que puedan ocasionar cierta “cruda moral” por llevar incrustado el hecho de terminar con vidas; pero pese a esto se culmina con “el recién llegado” Antonin, acoplándose de cierta forma a su nuevo empleo.
Esta historia no profundiza mucho en ninguno de sus personajes, siendo estos poco memorables y eso haría pensar que quizás lo importante son las aves, de las cuáles se muestran varios especímenes, pero más en una clase de mini collage conformado de clips: con un ave y una situación diferente cada vez.
Le sirve más al espectador para conocer un poco acerca del tipo de atención que reciben las aves en estos refugios, mencionando que hay imágenes que se pudieran considerar un poco fuertes para algunas personas, siendo estas relacionadas con la alimentación de aves por medio de ratones desollados.
Aunque por otra parte, el graznido, cantar, aleteo e incluso plumaje y forma de algunas aves, pudieran ser visual y sonoramente; muy gratas para algunos más.
