21 Semana de Cine Alemán: El Barco de la Muerte, un clásico trágico de la historia alemana

Uno de los géneros poco usuales en el cine alemán en las décadas de los 50s y 60s es el de aventura, por la idea de ladrones y asesinos que pululaban de manera prolífera en ese momento. Es por eso que DAS TOTENSCHIFF (EL BARCO DE LA MUERTE) dirigida por Georg Tressler, se convierte en un clasico para una nación que, después de una guerra devastadora, comienza a crear arte que los aleje del amargo recuerdo de la misma.

Tomando como base la novela de B. Traven, con un guion de Hans Jacoby y Werner Jörg Lüddecke, así como una fotografía en blanco y negro de Heinz Pehlke, la música original de Roland Kovac, la cinta fue protagonizada por Horst Buchholz , Mario Adorf , Helmut Schmid y Elke Sommer. Todos ellos formaron un equipo al lado del experimentado Tressler para lograr una mágica adaptación de un artista cuya identidad es un misterio.

Tressler dirigió más de 45 filmes, escribió un libro y ganó diferentes premios en su carrera por lo que la dupla con Hans Jacoby para esta adaptación fue muy fructífera. Y es que este escritor trabajó en los guiones de más de 40 peliculas como: Max el carterista (1962), Eva (1958), entre otros títulos, además de fungir como director de arte en algunos otros proyectos, todo esto a pesar de que fue obligado a exiliarse durante la ocupación Nazi.

Hablar de esta complicada historia implica mirar al pasado y a esa gran colaboración entre varios artistas que pudieron llevar a la pantalla el relato de un marinero al que una mujer con la que pasa la noche en un puerto le roba el dinero y papeles. Esto provoca que no le permitan trabajar por lo que emprende un viaje lleno de aventuras, buscando cómo sobrevivir, conociendo a una mujer la cual pudo ser el amor de su vida y dejando todo para embarcarse en Yorikke, haciendo a un amigo y perdiendo todo por las injusticias del capitán y oficiales de esta tripulación, encontrándonos con un final trágico.

Para que esta visión del destacado cuento de Traven (que se insinúa podría estar basado en su experiencia de vida), el realizador contó con el apoyo de Werner Jörg Lüddeck, tambien escritor de cuentos y novelas, guionista en programas de televisión y películas en las que destacan; Escape del Sahara (1958), Mirituri (1965), entre otras. Asimismo, sorprendió la participación de Heinz Pehlke, quien inició como asistente en películas de propaganda Nazi para después realizar una pelicula y algunos programas de televisión en contra del nacionalsocialismo, logrando una fotografía memorable.

Por otra parte también está Roland Kovac, artista que a la fecha sigue siendo una especie de rock star gracias a las aplicaciones musicales en las cuales se puede escuchar sus composiciones y encontrar sus viniles coleccionables, que para este filme logró captar la esencia trágica de un relato de un país roto después de una división, de la creación de un muro y los problemas de identidad.

Por ello y más, El Barco de la Muerte se considera a la fecha como una película que se ha convertido de culto, mostrándonos la cruda realidad de un país derrotado que buscaba encontrar su nuevo renacer por medio del arte, algo que trasciende a la fecha a pesar de esa Alemania castigada por la guerra y que logra ser exhibida por primera vez en nuestro país gracias a este certamen.