‘John Wick: Chapter 4’: Baba Yaga en su máximo esplendor

John Wick es el asesino por excelencia en estos tiempos modernos, su debut en la pantalla grande fue en 2014, siendo un completo éxito llegando al grado de cuatriplicar lo que había costado su producción.

La cuarta película de la saga, como muchas otras, fue retrasada por la pandemia de Covid-19, en primera instancia se tenía prevista para salir en mayo de 2021, después se postergo a mayo de 2022 y, por razones que solo Lionsgate sabe, fue finalmente retrasada hasta marzo de 2023.

No quiero hacerte spoilers con mi sinopsis de la película, así que tomaremos lo que dice IMDd al respecto: “John Wick descubre un camino para derrotar a La Alta Mesa. Pero antes de que pueda ganar su libertad, Wick debe enfrentarse a un nuevo enemigo con poderosas alianzas en todo el mundo y fuerzas que convierten a viejos amigos en enemigos.”

Algo que seguramente todos amamos de estas películas es esa parte de mitología y creencias que se tienen entre asesinos donde todo se basa en reglas y nadie está por encima de ellas. Esta película no es la excepción, parte importante de las convicciones de John estarán regidas por esto y además jugaran un papel importante para el desenlace de la cinta.

Se nota a leguas que el guión está de lado de John, o simplemente es tan genial que prácticamente es inmortal y tiene huesos de adamantio, le pegan con cualquier cosa, lo atropellan demasiadas veces, incluso se cae de alturas considerables y no le pasa absolutamente nada. Vaya manera tan surreal de demostrar que John conseguirá su venganza de cualquier manera.

La sangre y los combates cuerpo a cuerpo realmente son espectaculares, la coreografía que hay en cada uno de ellos está completamente bien ejecutada, si bien es cierto a veces pareciera sobreactuada, aún así, no le quita nada al espectáculo visual que está sucediendo.

La carrera de Keanu Reeves, antes de convertirse en John Wick, no vivía su mejor época, este papel fue un parteaguas para revitalizar su destino, tal ha sido el agrado de todos que nadie siquiera podría pensar en otra persona siendo John Wick.

Reeves ha dado una interpretación bastante perfecta del asesino, a su edad tiene mejor condición física que muchos de nosotros y puedo decirte con toda confianza que en esta película no te decepcionara. Por otro lado, una actuación como la de Reeves necesita de alguien a la altura; Donnie Yen (Caine) y Bill Skarsgård (El Marques) fueron la mejor opción para ser su contraparte, Yen por un lado demuestra que a sus 60 años aún puede ser una mole en el combate cuerpo a cuerpo y al mismo tiempo puede dar una actuación espectacular y más siendo un invidente, y por otro, Skarsgård es tan buen villano que llegas a odiarlo con todo tu corazón.

De igual forma, Ian McShine (Winstone) es uno de los personajes más versátiles en esta película, jugando a su conveniencia, claro está, pero teniendo de las mejores secuencias, sobre todo cuando es momento de hacer gestos. Lamentablemente Lance Reddick no esta mas con nosotros, su trabajo en toda la saga de John Wick es formidable y a pesar de tener poca presencia en esta ultima entrega, se merece un reconocimiento por su papel, por ser el mejor sirviente y también por ser el amigo de Winston y de John hasta el final.

Ser un caballero en estos tiempos es difícil, necesitas ser congruente con lo que dices y haces y, sobre todo, tener un buen traje, cosa que nunca falta para John y para todos los del elenco. En las películas anteriores Luca Mosca fue el encargado de vestir y hacer lucir espectacular a todos. En esta ocasión, le tocó cederle el lugar a Paco Delgado, ganador del Oscar por mejor diseño de vestuario en la película de “The Danish Girl” del 2015; no obstante, el cambio es casi imperceptible, Delgado Sigue la Tendencia de Mosca, pero le agrega un poco de su toque y, déjame decirte que ambos saben vestir asesinos a sueldo. En lo particular, el conjunto de atuendos del Marques es una preciosidad. Sinceramente después de ver esta película, cualquier hombre tendrá la necesidad de conseguir un traje.

Chad Stahelski ha sido el director y parte importante de los guionistas desde el comienzo, es prácticamente la mente maestra detrás de todo este proyecto. Justamente su debut como director tuvo lugar en la primera película de John Wick demostrando paulatinamente que tiene mucho talento y en esta entrega logro superarse a sí mismo. Por otro lado, Shay Hatten y Michael Finch son los encargados de escribir la trama de esta espectacular cuarta entrega; empiezan tranquilo, pero poco a poco se da a notar que querían hacer una película de acción completamente fluida y llena de adrenalina, lo curioso del guion es que esta vez hacen uso de chistes para aligerar ciertas escenas, realmente son buenos, no están exagerados al estilo Marvel y siento que hasta cierto punto son un buen añadido.

Algo que se nota a leguas es que el director siempre ha sabido escoger los lugares para hacer el rodaje. John Wick 4 comenzó a rodar el 28 de junio de 2021 teniendo de locaciones Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos. Sin duda alguna Francia fue el lugar perfecto para realizar el último acto, imagina que la cuidad entera es un tablero de serpientes y escaleras, para llegar al punto final de la historia, John deberá recorrer un punto de la ciudad y con ello un obstáculo, superar uno de estos significará tener una escalera conseguida para avanzar a su objetivo, pero el punto aquí es que ¡vaya escenarios que vemos en esta parte de la película! Mención honorifica a los escenarios en entornos cerrados y a su iluminación, desde la primera película siempre han sido un espectáculo visual.

En resumen, John Wick Baba Yaga es brutalmente brutal, tiene todo lo que esperas y mucho más, las secuencias de acción y sus coreografías son bestiales, a veces hasta podrían evocar la risa en el espectador por lo surreales que son,pero no significa que sean malas, prepárate para ver un coctel de sangre y destrucción dejado únicamente por un solo hombre. Sin duda alguna, sigue el hilo de sus antecesoras y enriquece su lore para terminar en una obra descomunal donde no solo el protagonista es llevado al límite, sino todos los involucrados.