The Owl House: Watching & Dreaming
El pasado sábado fue transmitido Watching & Dreaming, el episodio final de The Owl House, serie creada por Dana Terrace y transmitida por Disney. Éste forma parte de tres especiales que conforman la tercera y última temporada, debido a que la serie fue cancelada y únicamente se le permitió concluir su historia con dichos capítulos.
Este episodio es el más largo de la serie con una duración de 54 minutos, lo que podría parecer bastante, pero teniendo en cuenta que la creadora tenía pensado hacer aproximadamente cuatro temporadas o al menos una tercera temporada con una duración normal, parte de la trama no fue bien resuelta. Sin embargo, se debe aplaudir el trabajo de los guionistas, porque lograron hacer uno de los mejores finales para una serie animada que se ha visto en los últimos tiempos; todos los seguidores de la historia quedaron contentos. Es casi milagroso lo que construyeron en este especial.
Todo inicia justo después de la charla del falso Rane con el Coleccionista, donde lo convence de la traición de King, por lo que este va a capturarlo junto a toda la pandilla de Luz. Los primeros minutos son algo confusos, pero de manera rápida se resuelven los conflictos planteados y se pasa a la trama principal, la pelea contra Belos, quien es uno de los mejores villanos en Disney desde Bill Cypher (Gravity Falls) o Toffe (Star vs las fuerzas del mal), que a diferencia de este último, de principio a fin fue un contrincante formidable y tuvo un final digno de sus acciones.
Por su parte, la construcción de los protagonistas sobre todo de Luz y su madre, Amity, Hunter y King son espectaculares, se puede aprender mucho de cada uno de ellos y, al final, logras empatizar y sentir orgullo por sus logros. El crecimiento de Luz refleja un problema por el que muchas personas pero en específico los adolescentes transitan, la búsqueda de identidad y el defender tus ideales e incluso preferencias frente al mundo. Parte de esto, se rumora que fue el problema principal con Disney, la plataforma nunca lo admitió, pero es cierto que busca contenido que pueda ser vendido en todo el mundo y la serie había sido censurada en países como Rusia, debido a su contenido LGBT+.
The Owl House nos dio un enemies to lovers icónico, gracias a la serie es probable que mucha de la audiencia pueda sentirse cobijada y acompañada en un proceso por el cual muchas veces son estigmatizados. Luz se convirtió en la primera protagonista de una serie animada de Disney en pertenecer abiertamente en la comunidad LGBT, porque además visibiliza un lado que incluso dentro de la propia comunidad es ignorado, los bisexuales son de los más señalados y, tener este tipo de personajes abre una gran puerta a nuevas historias. Porque aquí no pueden venir a decir que es “inclusión forzada” porque Dana construyó este mundo lleno de magia de una manera en que todo fluye y se conecta para hacer una historia orgánica.
Por su parte, la relación Luz con su madre es de las mejores cosas de la historia. En principio se nos muestra un ambiente tenso que provoca la huida de la protagonista a las Islas Hirvientes, donde encontró su propio camino y a una familia que la aceptaba tal y como era. Su madre logró entender esto y le quitó de encima a su hija el peso que en principio le había cargado, no solo apoyó su relación con Amity, de igual forma estaba bien con la idea de que no siguiera la vida tradicional que había planeado para ella, alentándola incluso cuando la propia Luz se subestimaba. De hecho, gracias a una conversación entre ellas, es lo que en parte le da el poder a la protagonista de vencer al villano.
Es una lástima que no pudiéramos ver en pantalla más de ellas, pero al menos en lo que respecta a estos personajes, sus tramas fueron cerradas. Algo que no podemos decir de la madre de Amity, que se convirtió en uno de los personajes más odiados de la serie, quizá es la razón por la cual no se molestaron en incluirla en el episodio final, básicamente es como si no existiera.
Por su parte, la pandilla de Luz, fue sumamente relegada en esta temporada, el único que tuvo una evolución aceptable fue Hunter, pero Willow y Gus no podrían ser más irrelevantes. En este episodio no hicieron nada, quizá se debió al poco presupuesto y se optó por darle el protagonismo al trío dorado de Luz, Eda y King, que al final de cuentas son los que cargan el principal mensaje de la serie de perseguir tus sueños y mantenerte fiel a ti mismo.
Hablando de cosas importantes, la trama de King y el Coleccionista son de las cosas que más duele que no tuvieran tiempo en pantalla porque con los pocos minutos que se tuvo para explicar básicamente el origen de este universo, dan ganas de saber más, no porque esté mal contado, lo hicieron bien, pero se nota que es una historia basta y emotiva, que al menos hubieran tenido cada una un episodio a modo flashback para contarla, porque sobre todo en la historia del Coleccionista, podemos notar un estilo diferente de animación e interesante que contrasta con el tono de la serie, porque al tratarse de la visión de un niño, es presentado como un cuento que podría parecer tierno pero tiene un trasfondo triste, donde este fue traicionado por sus hermanos y encarcelado durante ciento de años, condenándolo a una existencia solitaria.
La redención de este, al hacerse amigo de los protagonistas es apresurada, pero al mismo tiempo regala momentos de ternura y, que al mismo tiempo llevan al clímax del episodio, la muerte de Luz. Esta escena es fuerte, porque es dramática, pero al mismo tiempo hay una calma aterradora que demuestra lo cruda que puede ser la muerte y la pérdida. Ello desencadena la furia de King e Eda, regalando una escena que solo se puede describir como impactante, no solo porque nunca nos habríamos imaginado verlos así de violentos, también en cuestión de diseño de personaje y ni hablar de la animación.
En general el episodio está animado con una gran calidad, pero a partir de este momento se nota que pusieron todo su empeño por darle al espectador el mejor resultado. La batalla contra Belos solo se puede describir como espectacular, hay momentos en los que la calidad solo es comparable con una película, lo que no es poca cosa porque una serie animada, no tiene el mismo presupuesto ni el tiempo para animar. Las peleas fluidas es algo que caracteriza a The Owl House, pero la final va a marcar un antes y después en lo que respecta a esto, porque hasta el estilo es icónico, muy similar al anime pero al mismo tiempo diferente.
Sin duda The Owl House marcó una diferencia en la animación, desde su historia, hasta su estilo, que logró combinar el terror y la fantasía, creando un producto apto para toda la familia, del que se puede aprender mucho. Irónicamente, es posible que se convierta en un una serie de culto de Disney como ahora los es Gravity Falls, porque como en su momento esta marco el fin de una era dentro de la plataforma y, el final de The Owl House igualmente concluye con una etapa de Disney donde las series animadas ya no serán seralizadas, lo que podría provocar que al menos en lo que respecta a la plataforma del ratón, ya no veamos historias tan profundas.
En conclusión, The Owl House es una serie hecha con amor, que un inicio controversial por como fueron presentados los personajes, pero a la postre demostró cómo se debe cómo construir un personaje y dio cátedra en animación, además sanó el mal sabor de boca que se tenía con los finales felices, desde Star vs las fuerzas del mal no se creía posible que existiera una alternativa donde el protagonista se queda con lo mejor de ambos mundos sin resultar ser una basura. Los espectadores, nos quedaremos con todo esto y esperamos con ansias el próximo proyecto de Dana Terrence.
Thanks for watching.