Krakens y Sirenas. Una aventura que pudo ser algo grandioso pero que al final se hunde en el fondo del mar.

Últimamente Dreamworks ha sido inconsistente, pues a inicios del año pasado, cuando estrenó “Los chicos malos”, nos prometían con aquella cinta una nueva era en su manera de contar historias, era notable el cambio en animación y texturas, sin embargo en aquella ocasión, el guion fue lo que no terminó de convencer y la cinta pasó casi sin pena ni gloria en crítica y taquilla. Quizás las aventuras de aquel grupo de animales delincuentes no dieron el fruto que el estudio buscaba, pero todo eso se olvidaría cuando a finales del 2022 estrenaron con bombo y platillo la mundialmente aclamada “El gato con botas 2”, cinta que obtuvo calificación casi perfecta de la crítica y que hizo toneladas de dinero en su taquilla global, convirtiéndola en una sorpresa para grandes y pequeños y que fue un fenómeno colectivo como pocas veces sucede en el cine.

Y decimos que la casa productora es inconsistente porque precisamente eso es lo que en este 2023 nos entregan con su nueva película “Krakens y Sirenas”, una cinta irregular en la que inicia siendo una cosa, se convierte en otra casi a la mitad y termina de otra, situación que hace ver muy lejano aquel éxito del felino con calzado, y no solo por lo que se augura que va a ser una desastrosa taquilla, sino por la manera en la que sorpresivamente regresan al estilo de animación tradicional con la que ha venido trabajando por más de veinte años, sino también por lo simplona de su historia.

Una joven kraken que vive entre los humanos, a la cual sus padres le tienen prohibido acercarse al mar pues algo malo le puede suceder, y una milenaria batalla entre los de su especia y las sirenas que finalmente terminan por hundir cualquier cosa interesante que pudo pasar en este mundo.

Nosotros somos defensores del planteamiento de que el cine animado no es solo para los infantes, pero precisamente películas como “Krakens y sirenas” hacen que los detractores de esta afirmación tomen más fuerza, pues creemos firmemente que quizás en esta ocasión, esta cinta en especial apunta para un público que no sobrepase los siete años de edad y que cinematográficamente hablando no le exigen nada a las personas encargadas de crear estas películas.

En el tema de la animación, realmente no hay mucho que podamos decir, visualmente es colorida, repleta de personajes llenos de imaginación en su diseño, pero todo se siente como algo previamente visto, es más, si nos vamos a desmenuzar uno a uno los personajes que vemos en pantalla, podremos encontrar ciertas similitudes físicas entre estos personajes y cierta cinta de Disney-Pixar estrenada ya hace un par de años directamente en la plataforma de D+.

En esta ocasión, si nos vamos a criticar el apartado del doblaje, podemos decir que el “star talent” cumple bien, nada sorprendente, pero bien, Azul Guaita y Nina Rubín hacen un trabajo presentable al darle voz a las protagonistas de la cinta, la amorosa kraken y la temible sirena y le dan vida a cada uno de los sentimientos que el par animado nos muestra en pantalla.

Es otra cinta fallida de Dreamworks, que seguramente en el futuro nadie recordaremos, tal como pasó con aquella infame “Los pingüinos de Madagascar”, “Peabody y Sherman” o la desastrosa “El capitán calzoncillos”, cintas que fueron creadas con el único propósito de entretener a los chiquitines, pero que nosotros los adultos terminamos aborreciendo.

“Krakens y sirenas” ya estrena esta semana en todos los cines del país, asi que si no tienes niños pequeños, no pierdas el tiempo, no es una cinta que te vaya a gustar, y si tienes chiquitines, prepárate para dos horas de chistes absurdos y sin sentido sin parar.