The After (Reseña)
Misan Harriman es uno de los fotógrafos más importantes de los últimos años. Su trabajo tras el objetivo retratando las protestas del Black Lives Matter, los estragos del COVID 19 o también los movimientos anti-Trump de 2019, ha sido tomado como un testimonio invaluable activista y de memoria que ha sido posicionado cual objeto de estudio social. Todo esto lo llevó a ser la primera persona negra en fotografiar la portada de la revista Vogue Británica.
Su experiencia para mover fibras sensibles con la fotografía le ha dado la posibilidad de debutar como realizador en el cortometraje The After, producción a cargo de Netflix y que consiguió una nominación en los Oscars 2024. Una vez que ha llegado a la plataforma se puede contestar a la pregunta «¿ha valido la pena la inclusión de este sonado comienzo?».
En 18 minutos seguimos a un desconsolado conductor de plataforma que después de presenciar el violento crimen que le cambió la vida se topa con una familia que lo obliga a enfrentar el dolor.
Desde el principio el corto ya da indicios de que será un viaje de momentos sorpresivos, de cambios abruptos de ritmo, de tono, como la vida. Sin embargo, esto que puede ser una virtud termina por condenar el resultado y dependerá totalmente del espectador de la efectividad en el impacto de cada giro presente. En este espacio, el veredicto ha sido un agridulce trayecto, con temas claros pero que no terminan por encadenar la claridad para que se conecte de lleno.
La primera secuencia es trepidante, caótica, pasando de momentos de puro amor fraternal a una auténtica pesadilla. Aquí, más allá de la ejecución de esta violenta sucesión de acciones que puede estar bien realizada, la cuestión se traslada en la razón por incluir este grado de brutalidad. ¿Realmente tiene sentido en una propuesta reflexiva que requiere un ritmo más pausado la integración de algo tan volátil? Si lo que se buscaba era crear una conexión audiencia-protagonista-historia quizá en algunas personas si se ha conseguido pero para otras tantas lamentablemente no.
La fotografía recuerda un tanto a lo que se vio en las primeras temporadas de Black Mirror y de hecho, hay una vibra en cuanto al estilo de grabación, el perfil de los personajes o hasta de una narrativa que da espasmos de una posible propuesta de distopía por la manera en la que se ha dejado todo preparado. Pero, no, todo se mantiene un tanto más convencional, con la novedad de un personaje central que aún no puede superar el trauma, del que su vida se ha derrumbado, que si bien su trabajo es de destinos señalados la cosa cambia con su salud mental.
David Oyelowo se compromete con su papel de protagonista. Es con su claridad gestual que de alguna manera sostiene y da fuerza al relato. No obstante, el guión que tiene como objetivo explorar la pérdida, la visión de las tragedias cotidianas o de la dulzura de los pequeños momentos felices (todos estos presentes para que avance la trama) no le permite explayarse ni explotar.
Con grandes ideas y una propuesta visual interesante, The After es un corto que debido a su duración es ideal para ver antes de comenzar una película, serie o también para las personas con poco tiempo libre. Sin terminar de amarrar sus posibilidades, su nominación pueda parecer más un reconocimiento a propuestas distintas pese a su ejecución.