Ferrari (Reseña)
Una de las películas más esperadas por los entusiastas de los automóviles ha llegado
Con una duración de poco más de dos horas, la película se aventura a explorar la crisis personal y profesional del fundador de la icónica marca, explorando los desafíos que enfrentó, especialmente durante la Mille Miglia de 1957.
La cinta nos traslada al verano de 1957, un periodo de crisis para Enzo Ferrari, quien enfrenta la amenaza de quiebra de su fábrica automotriz. Construida con pasión junto a su esposa Laura, interpretada magistralmente por la talentosa Penélope Cruz, la empresa se convierte en el epicentro de la lucha de Enzo por mantener viva su visión y legado.
La pérdida de su hijo Dino y el reconocimiento de un hijo nacido fuera del matrimonio, Piero, agregan complejidad a su vida personal, mientras enfrenta las duras decisiones financieras que desafían sus principios fundamentales. En medio de esta crisis personal, la película explora la necesidad financiera de Enzo de aumentar la productividad, llevándolo a tomar decisiones difíciles. La pasión y determinación de sus pilotos por ganar la desafiante carrera de 1.000 millas a través de Italia, la Mille Miglia, añaden una capa adicional de tensión y emoción a la trama.
La actuación del elenco no es nada del otro mundo, e incluso carece de desarrollo de varios personajes cruciales de la cinta y como consecuencia de esto no se logra conectar por completo con la trama, sin embargo hay dos actuaciones que merecen la pena, una de ella es Adam Driver quien ofrece una interpretación apasionada y auténtica de Enzo Ferrari.
Su representación nos introduce en un Ferrari reflexivo, enfrentando dilemas apasionantes y mostrando que las carreras son su fin, no simplemente un medio. En cuanto a Penélope Cruz su interpretación de Laura, la esposa de Enzo Ferrari, se lleva un merecido protagonismo. Ya que es crucial e impecable, aportándole ese toque dramático a la cinta.
Es importante mencionar que para los amantes de las carreras y la emoción continua, quizás puedas salir un poco decepcionado, ya que a diferencia del tráiler que generó altas expectativas, definitivamente la película no logra cumplirlas, en momentos puede llegar a ser muy tediosa, sobre todo si no vas con un contexto previo pues la historia puede ser un poco enredada y hay que admitir que tiene mucho drama de por medio.
Sin embargo la película ofrece una estética visualmente impactante, especialmente en los automóviles presentados, la representación de la época en la que se desarrolla la cinta y en las imágenes de carrera, ya que las secuencias posteriores al accidente final, aunque no aptas para los más sensibles, logran compensar las deficiencias en la representación de los accidentes.