Moenia se adueña de los sintetizadores y con su Pixel Tour conquista el Auditorio Nacional

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Alfonso Pichardo, Jorge Soto, Alex Midi. Tres nombres que en conjunto conforman una de las agrupaciones que durante más de 3 décadas han perdurado en la memoria y gusto del público. Moenia llevan por nombre y el pasado 24 de febrero conquistó a más de nueve mil personas al ofrecer un concierto memorable en el Coloso de Reforma y así de nueva cuenta alcanzar la hazaña de tener un cupo completo en el Auditorio Nacional con su Pixel Tour.

Previamente el auditorio recibió a la agrupación el 11 de octubre de 2023 con la primera parada del tour pero ante la respuesta tan favorable de sus seguidores, abrieron una segunda fecha para el segundo mes del 2024.

Esto se tradujo en dos shows sold out y no conforme, hace unos días se anunció una tercera fecha en el recinto para el 18 de agosto. Moenia está en su mejor momento y con cada concierto se confirma la energía y vibra que posee uno de los pioneros de la música electrónica en México.

Las puertas del recinto se preparaban para recibir a los invitados. Kaia Lana fue la responsable de abrir el escenario. En punto de las 8:45pm el auditorio se oscureció, desde jóvenes hasta hombres y mujeres tomaron su asiento y las primeras notas electrónicas daban comienzo.

Moenia al iniciar con este Pixel Tour prometió hacer de este show uno innovador para sus fans, y cuando las primeras notas resonaron en el lugar, esa promesa se volvió realidad. Summer Drive fue la canción que dio comienzo al espectáculo que no solo tenía a Poncho, Jorge y Midi en el escenario junto a sus músicos colaboradores, sino también la escenografía, luces y los distintivos cascos Pixel de los Moenios se hicieron presentes para deleitar a cada asistente del espacio.

Tú sabes lo que quiero y Déjame entrar continuaron con la apertura del evento, aumentando la energía y el ritmo de la noche. Lentes negros y un suéter de plumas vestían a Pichardo, mientras que Midi y Jorge optaron por chamarras negras, pero que a lo largo del concierto fueron cambiando sus atuendos para coordinar de acuerdo a la sección musical en cuestión.

Terminales, Mejor ya no y La célula que explota daban el impulso exacto para animar a fans y seguidores para acabar con el fervor en Lo que tú digas. Posterior el momento acústico llegó con la versión de Prohibido besar y la clásica Llegaste a mí, que concluyó con No importa que el sol se muera.

No hay que darle etiquetas a las relaciones y mucho menos al amor. Con estas palabras Alfonso hizo mención en la siguiente melodía Sin etiquetas, que siguió de Fotonovela, cover de Iván con quien invitó a Kaia Lana a cantar en dueto y así encender el espíritu ochentero, pues en la pantalla se pudo ver una referencia a Giorgio Moroder, icono de la época e influencia para la agrupación.

Alfonso tomó un momento para agradecer al público por haber estado esa noche con ellos, agradeció el apoyo durante todos los años de carrera del grupo y destacó que aunque pareciera sencillo decir que el show fue sold out en el Auditorio Nacional, no significa que no conlleve un gran esfuerzo por agotar las asistencias y por la preferencia de cada fan que estuvo y que ha estado, que ha sido parte de la historia de Moenia.

Pichardo, con vaso fiestero en mano, junto a todos en el escenario, invitó a que las más de nueve mil almas fiesteras alzaran sus vasos y brindaran con ellos por estar vivos y ser parte de la banda, además prometió que al finalizar todos en el lugar acabarían en lo más alto del auditorio.

Con juego de luces y de nuevo sus cascos Pixel, la sección alternativa se engalanó con Lo más grave, Miro al sol y Dejaré de sangrar, temas que destacan el lado más electrónico y que los fans más asiduos disfrutaron por completo.

Recordando los inicios de la banda, Contigo estaré desbloqueó memorias primigenias. De pronto las luces se apagaron, Alfonso dio paso a la siguiente canción, que aunque no es la más escuchada en plataformas de Moenia de acuerdo a sus palabras, sí es la que más identifica y la que más le ha dado a la agrupación. Para ello pidió que las luces de los celulares iluminaran el auditorio y de esta forma crear un Manto estelar que resonara de piso a techo.

El cover Llámame si me necesitas de Miguel Mateos encendió la chispa musical que dejaban ver los mejores pasos del frontman como es usual en cada presentación. La energía no cesaba y con cada performance, escenario futurista, juego de luces en lámparas led y en los cascos pixel la recreación de una auténtica discoteca era innegable.

De pronto el apasionamiento llegó al punto cumbre al recibir en el escenario a Leonardo de Lozanne y cantar a dueto El diablo en el cuerpo, cover de Size. Los gritos no paraban, pues el vocalista de Fobia portaba un traje que evocaba una elegancia y sex appeal formidable. No suficiente, Leo se quedó para cantar El diablo, canción de su agrupación que ahora con el toque electrónico de Moenia, enloqueció a todos.

¿En qué momento?, No dices más y Ni tú ni nadie fueron las composiciones icónicas que asomaban el último tramo del show. Esta tercia de melodías no disminuía el nivel de locura que había alcanzado el espectáculo y solo alimentaban más a cada alma reunida, porque cada estrofa fue coreada en conjunto, sincronía y armonía pura.

Es así que al término de la última nota, el escenario se oscureció y las estrellas se retiraron. El público quería y exigía más éxitos, porque para ese punto Moenia había inmortalizado un concierto único, poderoso y memorable.

Las luces del auditorio se iluminaron, pero con un foco específico, pues se tornaron en la sección central del público y ahí estaban, Pichardo, Soto y Midi junto a lámparas led, con sintetizadores y micrófono en mano para reproducir Ya no es así, logrando una conexión íntima y profunda con cada fan presente.

Tras la épica sorpresa, los tres se trasladaron al escenario y así cerraron de forma magistral el concierto con Morir tres veces y No puedo estar sin ti.

Un total de 26 canciones, más de dos horas de duración y un setlist que tuvo cambios a su predecesor concierto del 11 de octubre, fueron algunos apuntes en una noche espectacular para el tecnopop en México, y en palabras de Alfonso Pichardo ellos siempre serán Moenia, la música electrónica en español. Hoy preservan el legado y siguen más vigentes que nunca.

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