Club Cero: Tener un cambio radical en la alimentación, no es tan sano como parece.

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La señorita Novak llega a trabajar a un colegio muy prestigioso y exclusivo; como la profesora de alimentación sana y consciente. En dicha institución los alumnos visten sus uniformes de manera prístina, donde tienen clases de todo tipo en los que se fomentan las artes. Poco a poco se irán integrando a el aula jóvenes entusiastas en conocer a la respetada señorita Novak, quien es conocida por su sistema e incluso tiene un té natural que ha promovido.

Entre los pupilos se encuentran Elsa, Ragna, Fred y Ben. Pronto se abre ante sus ojos un sistema muy interesante para comer sin grasas saturadas o azúcares refinados, aunque esto vaya incluso en contra de sus creencias o lo que dice la sociedad.

La directora Jessica Hausner plantea una situación muy interesante, los trastornos alimenticios y sus consecuencias, así como el lavado de cerebro de ciertas personas y como algunos incautos creen firmemente lo que dice alguien con una superioridad no sólo intelectual, sino por representar una autoridad laboral o escolar. Como hay chicos que quieren destacar o quedar bien con la sociedad.

La soberbia y fría actuación de la actriz Mia Wasikowska interpretando a la señorita Novak, quien siempre se muestra con toda rectitud, con unos vestuarios recatados, todo en prístinas condiciones y con un rostro impávido; es la que lleva de la mano a los espectadores a conocer su férrea disciplina, aún desconociendo su verdadero pasado y cómo por tener esa cierta ternura o empatía con sus alumnos los logra convencer para que dejen a un lado sus creencias, de lo que está bien o no, de lo que es saludable o hasta qué punto llegar sin tener esa cantidad de comida en el organismo, de llevarlo al extremo de tener a sus educandos al borde de lo famélico.

Éste es el caso que se muestra con el personaje de Ben, quien en un inicio se muestra renuente a seguir al pie de la letra lo que plantea la señorita Novak, de comer sólo porciones mínimas tanto en el desayuno, comida o cena; que mientras menos alimentos ingiera es mejor para su salud. Pero decide seguirle el juego para no perder su beca en tan exclusivo colegio.

Por otra parte Fred, es un chico que está completamente solo, sus padres están ausentes disfrutando su vida en un país ajeno y tropical; al que su hijo no puede acudir por tener problemas con su asma; además de que debe permanecer en la institución para que logre su sueño de convertirse en un gran bailarín.

Por último están las amigas Ragna y Elsa, quienes sólo están en la cátedra de la señorita Novak por encajar en sociedad, por querer quedar bien y no ser unas chicas más del montón, además de que se protegen al saber que una de ellas sufre de bulimia, aunque no le dan la verdadera importancia ante este trastorno alimenticio.

Lo que se ha visto anteriormente en otras películas, series o hasta en caricaturas como “Los Simpson”, basta recordar aquel episodio donde algunos de los habitantes de Springfield son seducidos por un supuesto Líder y cómo éste les cambia su personalidad por completo. En el caso de Club Cero, está planteado todo de una forma muy realista, cómo hay personas que con una seguridad, por tener un puesto de autoridad logran hacerles un lavado de cerebro, cambiarles el chip y seguir adelante sin medir en las consecuencias para la salud física y mental.

Al igual que en lo que sucede en algunos casos como “El club de los desahuciados” o “La sociedad de la nieve”, también se logra apreciar los cambios en la apariencia de los personajes principales, de tener una piel rosacea todo su brillo se va apagando paulatinamente; se van haciendo más evidentes las ojeras; pero sin caer en los extremos de “El maquinista”. Aquí todo es gracias a las interpretaciones de los jóvenes actores y las actrices, así como del maquillaje que se evidencia las consecuencias de la inanición.

La dirección de fotografía y la música que acompañan al filme son estupendas, por una parte son muchas tomas fijas en planos generales mostrando los salones, las casas, los comedores, los baños o las habitaciones de cada personaje donde ellos deambulan. Además de tener close ups a los rostros para evidenciar cada sentimiento desde la frustración, alegría hasta llegar al llanto y la desesperación. En cuanto a la música se utilizan muchas percusiones, además de un mantra que también es muy llamativo para el espectador.

En el caso de los padres de familia, en algunas escenas se muestran preocupados por sus respectivos vástagos mientras que en otros casos son padres ausentes, que no sienten ese verdadero apego, de sólo estar al pendiente de sus estudios sin darle importancia a lo que sienten, a lo que piensan saber cuáles son su anhelos, qué esperan de la vida, del o de los cursos que están tomando en tan importante centro de educación.

De la misma manera esto se ve reflejado en cuanto a la manera en la que están llevando su rutina de comida, por una parte están unos progenitores que están enfocados en alimentarse sanamente, llevando una vida vegana o vegetariana, otros comiendo básicamente de todo en grandes cantidades, unos verdaderos banquetes, otros a los que no le dan importancia a lo que pase con su hijo si come o no, pero al verlo bien con eso es más que suficiente o quien de verdad se da cuenta de que está muy mal todo lo que está viendo en esa clase de alimentación.

Ahora gracias a la doctrina de la señorita Novak, ella y sus alumnos forman parte del élite club cero, no consumir ningún tipo de proteína, grasa o carbohidrato, no puede haber tipo alguno de ingesta.

Como en el caso de otras películas, que tuvieron alguna polémica o que se les dio una publicidad engañosa al señalar que era muy perturbadora por tal o cual escena o que se tenían unidades médicas por si uno o varios espectadores se sentían mal en las salas de cine. Ésta fue una de las situaciones que se tuvo en algunos lugares donde se presentó Club Cero, porque se argumentaba que había una secuencia que provocaba el desmayo o el rechazo de ver algo en pantalla muy perturbador, pero en realidad no es para tanto y es un filme que invita mucho a la reflexión.

Tras su premier en el festival de cine de Cannes en el 2023, finalmente llega a las carteleras de México este 13 de junio.

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