«Que dejen toditos los sueños abiertos», ahora en el Centro Cultural Helénico
Hace exactamente 90 años, es decir, en 1934, para fortuna de los niños de esos tiempos, y de nosotros, llegaría el que sea quizás el mayor exponente nacional en cuanto música infantil, Cri-Cri el grillito cantor. Un personaje que nace de la mente del brillante compositor mexicano Francisco Gabilondo Soler, que consigo carga un repertorio de 226 canciones y múltiples personajes como La patita, La muñeca fea, Los cochinitos dormilones, El ratón vaquero y El negrito bailarín. Mismas que marcaron, y siguen marcando, infancias debido a su originalidad, buen mensaje y ritmo.
Mario Iván Martínez es un reconocido actor, músico y cuenta-cuentos mexicano; quién desde 2007 ha sido el embajador oficial de la obra de Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri, lo que él mismo ha calificado como el mayor honor en vida que ha tenido. Mario Iván hace equipo con Jimena Parés y Pablo Rodríguez para llevar a escena una puesta que busca celebrar, difundir y revitalizar la obra del hijo predilecto de Orizaba.
Cri-Cri es un curioso explorador que gustoso en las artes de aprender ha viajado a numerosos puntos del globo, por lo que se ha hecho de anécdotas increíbles que han sido material fértil para sus composiciones. Solo para darnos un quemón: en la Argentina conoció a una araña que le enseñó tango mientras nuestro pequeño amigo el grillito bailaba con una cucaracha, narrado en el Che Araña; en la China visitó un museo donde un peculiar jarrón llamó su atención por tener un estampado sobre un chinito, de ahí la canción Chong Ki-Fu; en el desierto se encontraría a Jorobita un camello y un sultán; además de otras vivencias como con fantasmas, sirenas, jicotes y más. Lo que da pie a otros grandes éxitos de Francisco Gabilondo.
En este cuento presidido por Mario Iván, Jimena y Pablito se tienen múltiples sketches y bailes proporcionados por la tercia de actores; por lo que abundan los vestuarios que en ocasiones representan animales, otras seres fantásticos e incluso fantasmagóricos.
El escenario esta compuesto por pocos elementos, se trata de unos cuántos cubos gigantes que asemejan al cuarto de un niño. En ellos hay vocales pintadas, lo que afirma esta idea y sirve como decorado para las canciones como «Marcha de las letras». Además, tienen un segundo rol más técnico, como cajones albergan objetos que se usarán a lo largo de la obra y mediante acomodos permiten dar altura a algunos personajes.
El setlist de esta obra, por llamarlo de alguna forma, se conforma de «La marcha de las vocales«, «Caminito de la escuela«, «Che araña«, «La sirenita«, «Chong Ki-Fu«, «Jorobita«, «El fantasma«, «Los sueños«, «El jicote aguamielero«, «Juan Pestañas» y «El ratón vaquero«. Cabe mencionar que no hay intermedio, la duración total es de 70 minutos.
Que dejen toditos los sueños abiertos estará disponible todos los sábados y domingos de octubre a las 13:00 horas en el Teatro Helénico a excepción del domingo 20). Los boletos de este espectáculo familiar se encuentran disponibles en la taquilla y en el sitio web del recinto.