Vive Latino 2025: lo que pasó el segundo día
En el segundo día de la vigésima quinta edición del Festival Iberoamericano de Cultura Musical se vivió con muchos reencuentros y sobre todo energía para cerrar por todo lo alto.
Se tiene la creencia de que las segundas partes no siempre son buenas. Sin embargo, en el caso del último día del Vive Latino 2025, la fiesta estuvo garantizada con una buena cantidad de actos que hicieron vibrar a todos lo que se congregaron en el Estadio GNP Seguros.
La velada comenzó con dos presentaciones que fueron sinónimo de baile inolvidable. Midnight Generation viene pisando fuerte con su electro funk (no por nada hace algunos años abrieron de manera estelar a Chromeo) y una vibra que se elevó con total solidez.
Por su parte, La Delio Valdez metió candela con una presentación sumamente disfrutable y que es justo con ese sonido basado en cumbia y cuarteto argentino que se ganó a pulso los aplausos de los asistentes.
La siguiente tanda de artistas fueron platos fuertes qué valieron la pena. Los Concorde se reunieron después de una década no solo para interpretar clásicos como Rompecabezas de manera poderosa sino que aprovecharon para presentar nuevos temas que seguramente se volverán igual de icónicos.
Motel puso a cantar a todo el público y Dime Ven fue el momento más fuerte del show. Que decir del Cuarteto de Nos, las expectativas estaba altas y ellos con naturalidad las cumplieron, ganándose el cariño de una de esas agrupaciones que llevan décadas con la misma vigencia.
Aterciopelados celebraba 30 años de su mítico El Dorado y tanto Andrea como Héctor supieron darle su justo homenaje al álbum más importante de su carrera. Como no podía faltar, Rubén Albarrán apareció para cantar con ellos y agradecer a la banda la oportunidad, un momento lleno de emoción.
En el escenario principal Música Para Mandar A Volar reunió a un puñado de estrellas que regalaron un rato espectacular de buena música. Daniela Romo, Yuri, Napoleón, María José, Leonardo de Lozanne, Saúl Hernández y Belinda conformaron un dream team espectacular que tuvo su momento de clímax con Belinda interpretando algunas canciones de Paquita la del Barrio, un merecido tributo tras la partida de la gran cantante.
Si un día antes fue protagonista por sus participaciones con The Guapos y Molotov, Jay de la Cueva tuvo su oportunidad para destacar con su acto solista. El público le demostró su admiración y cariño con canciones de su trabajo en solitario (qué ha sido bien recibido), teniendo un momento bastante emotivo con el padre del artista entre el público, cantando con entreha las canciones de su hijo.
Astropical, dúo integrado por Beto Montenegro (Rawayan) y Li Saumet (Bomba Estereo), dieron otro paso importante en su carrera con su debut en este Festival. Canciones propias, algunas de los grupos de origen de sus integrantes y energía electro fueron los componentes para que la fiesta siguiera, dando avisos que este proyecto va en serio.
Kany García tuvo algunos problemas técnicos que pusieron a prueba su resilencia. La cantante no tuvo problemas para sobreponerse y hacer que sus seguidores la siguieran en cada tema sin error, un excelente plato previo para lo que sería un cierre de Vive Latino a la altura.
Mon Laferte se ha superado y ha ganado más seguidores. La cantante, en look rubio y de vestuario blanco, ofreció un espectáculo que elevó sus temas más conocidos y le dio impulso a los que no han sonado tanto, con la presencia de una banda que regaló ritmos de ska de alto nivel y bailarines con mucho carisma.
De las actuaciones de La Lupita, Porter y División Minúscula podemos señalar que cada una de las bandas tuvieron motivos para celebrar. En el caso de La Lupita, su teatralidad se aprovechó para que todos los integrantes brillaran y Lino Nava fuera homenajeado en presencia de su hija, quien tocó la guitarra en un par de temas además de recibir un constante «Lino, Lino» a modo de ovación.
Porter tuvo un breve pero significativo show en el que invitaron a Macario para que se les uniera en el escenario. Mientras que División Minúscula hizo un recuento de su carrera, una que casi llega a las 3 décadas y que sigue teniendo en Sognare su principal arma (y no es queja).
El Haragán y Cia. merecían el escenario principal. Fueron uno de esos números que tuvo momentos de todo tipo: rock and roll en estado puro, interpretaciones increíbles y hasta un segmento para darle su merecido aplauso al legado de Sax, amigo del cantante y líder Luis Álvarez qué invitó a Andry para tocar el Saxofón en un versión entregada de Kumbala.
Zoé tuvo su única presentación del 2025 en el Vive Latino y su regreso no pudo ser más épico. Después de celebrar 10 años del lanzamiento de su MTV Unplugged en la edición de 2020 (justo antes del confinamiento), los liderados por León Larregui recorrieron una carrera de casi 3 décadas, resaltando la aparición de Denise Gutiérrez para cantar Luna, en una noche sumamente especial.
En la Carpa Intolerante cerraron la velada La Santa Voladora y Los Planetas, dos shows que hacen de ambos grupos promesas para que en un futuro se les pueda ver en escenarios más grandes.
Eden Muñoz fue la sorpresa para muchos. Cuando se anunció su incorporación al Festival, habían ciertas dudas debido a que el cantante es uno de los principales exponentes de la escena del regional mexicano. Sin embargo, esta oportunidad la aprovecho para demostrar su versatilidad para brillar en cualquier contexto, aportando su experiencia en el género regional para hacer bailar a quien sea.
Keane fue uno de los números más esperados de todo el Vive Latino. La banda inglesa llenó todo el escenario principal, prueba de que son una de esas agrupaciones con las que los ahora adultos crecieron, entregando una experiencia inolvidable con versiones sumamente entregadas de temas como Somewhere Onlye We Know, Nothing In My Way o Silenced by The Night. Aplauso enorme para esta gran banda.
Por último, Las Víctimas del Doctor Cerebro cumplieron a la perfección su papel como banda que cierra el festival. Su actuación fue un auténtico espectáculo que evitó que el público pudiera grabar a gusto con su celular debido al slam generado y su esperada lluvia de basura que ya se había visto hace años cuando se encargaron de cerrar la edición del 2010 del Vive Latino.
Satisfechos de lo que fue esta fiesta de la música, esperamos ansiosos la edición del 2026 para reunirnos de nuevo y bailar, cantar, llorar así como de emocionarnos. Hasta el próximo año Vive Latino y agradecemos a OCESA la oportunidad.
