Wolfwalkers, el emotivo cierre de la trilogía del folklore irlandés
A pesar de que en el género animado hay titanes de la industria que suelen acaparar los reflectores con sus proyectos como son Disney/Pixar, Aardman, Laika, Dreamworks, Studios Ghibli o el desaparecido Blue Sky Studios, ha habido sorpresas por parte de otras casas animadoras que han sobresalido por la calidad en sus proyectos, alcanzando renombre e incluso nominaciones a importantes premios.
Tal es el caso de la productora irlandesa Cartoon Saloon, que ha sabido sacarle jugo a una manera diferente de animar sus relatos y que ha logrado el reconocimiento con un par de historias, como fueron The Breadwinner (2017) y El Secreto de Kells (2009), está última dando inicio a lo que se conocería posteriormente como la «trilogía del folklor irlandés«.
Ahora, el aplaudido director Tomm Moore regresa para dar cierre a esa trilogía con Wolfwalkers, cinta con la que, de la mano de su codirector y compañero, Ross Stewart, dan el cierre a estos relatos que visualizaron hacer desde hace poco más de 10 años.
La cinta animada se ubica en los años cercanos a 1650 en Irlanda, enfocándose en Robyn (Honor Kneafsey), una aprendiz de cazadora que viaje acompañada de su padre buscando acabar con las manadas de lobos que proliferan en el bosque. Su sentido de confinamiento le impide llevar a cabo su sueño hasta que experimenta sus primeros aires de libertad al convertirse en amiga de una peculiar niña llamada Mebh (Eva Whittaker), que vive en lo salvaje y puede estar ocultando un secreto de una tribu que se dice puede transformarse en lobo.
Este filme se alimenta de los relatos de un pueblo rodeado de magia como lo es el irlandés, donde a través de esta historia de amistad entre dos niñas tocan diversos temas como la represión hacia las mujeres sufrida en ese entonces que no les permitía más que hacer labores domésticas, además de un interesante mensaje acerca de fraternidad así como la importancia de la relación entre el hombre y la naturaleza, a la que parecemos empeñados en someter bajo nuestro yugo, dándole al espectador un deleite visual que comunica esas raíces folclóricas con la actualidad donde parecemos haber olvidado esas conexiones.
En un panel realizado por Deadline, los directores mencionaron la importancia de tener un contraste visual entre los dos mundos que estas niñas habitan. Al respecto, Moore dijo: «Queríamos usar todas las herramientas posibles en su kit, todos los trucos visuales y de lenguaje que aprendieron durante años para poder enfatizar esa diferencia entre la gente que representa al pueblo y los que representan al bosque. El pueblo es muy geométrico y basado en impresiones xilográficas mientras que en el bosque hay mucha más libertad en las formas, menos detallado y más como un tipo de pintura de acuarela«.
Y ese estilo de animación es el que le da un toque especial a este relato, dándole una expresión visual que si bien remite a sus anteriores obras, está vez lo hace de una forma diferente donde este contraste de formas añade a la narrativa algo más interesante. En palabras de ambos directores, querían abrazar y expandir su estilo inspirados en la cinta de Isao Takahata llamada El Cuento de la Princesa Kaguya (2013).
«Buscamos que los personajes fueran dibujados de manera diferente dependiendo mucho de su estado emocional y del mundo en el que se alineaban en el punto en que estaban en la historia«, explicó Moore. Es por eso que se puede apreciar como Robyn sufre una transformación no sólo de humana a lobo sino en estilo y el diseño del personaje, donde de ser muy rígida y geométrica va pasando a ser más libre no sólo en su forma de ser sino en la naturalidad de su diseño y dibujo.
Uno de los mayores atractivos para que los directores Moore y Stewart se arriesgaran a realizar este proyecto fue el hecho de permitirles una exploración subjetiva de sus protagonistas animales como no habían podido hacerlo antes en sus anteriores proyectos, un componente que a su vez fue de lo más complicado de realizar en Wolfwalkers.
Esto fue debido a la denominada ‘visión de lobo‘, donde se da una interpretación visual del mundo como lo percibe la manada a la que seguimos en el relato, recurso que le da un toque especial al clímax, algo que Moore y Stewart consideran que era algo irónico porque «no puedes experimentar esa forma de mirar el mundo más que simplemente experimentándolo«.
Algo en lo que Stewart hizo énfasis en este panel fue el enfoque y el tono que buscaban en su historia. «Quisimos enfocarnos en la parte más luminosa, más bella de la experiencia que Robyn tiene al seguir los pasos de Mebh. Incluso cuando vemos esta forma de mirar en su forma de lobo, los fondos son mudos, de saturados porque los lobos no tienen una gran visión a color que digamos«, afirmó.
Otro gran reto para los realizadores fue la realización del guión, una de las principales virtudes de esta cinta animada que hace la diferencia no sólo de sus anteriores creaciones sino también de las demás propuestas del género vistas en el año. Al respecto, Moore dijo: «Pensábamos que teníamos una historia sólida pero al momento de trasladarla a los storyboards nos dimos cuenta que aún teníamos mucho trabajo por hacer, sobre todo en el desarrollo de estos dos personajes, el enfoque que deberían tener y cómo deberían ellas convertirse en la base del relato«.
Es así que tuvieron que rehacer y replantear ese primer acto del filme, algo de lo que, viéndolo ahora en retrospectiva, están felices de haber hecho, ya que los llena de alegría ver la gran aceptación que este filme ha acarreado, haciéndolo ganar el premio a Mejor Película Animada por las asociaciones de críticos especializados de Los Ángeles y Nueva York.
Justo ese trabajo narrativo es algo de lo que resalta a este filme animado de las demás competidoras en esta temporada de premios este año, logrando que el filme tenga un balance emotivo en el lado humano con la historia de Robyn y su padre así como Mebh y su madre, recordando esos vínculos fraternales que trascienden y retoman un poco esas leyendas que remiten un poco a la extinción de los lobos en Irlanda y cómo el vínculo entre la naturaleza y el humano es tan fuerte como los lazos sanguíneos que nos unen.
«Es maravilloso, porque uno siempre espera que la siguiente cinta que hagas no te decepcione, que has hecho un buen trabajo«, admitió Moore en el panel. «Creo que, para todos los que trabajamos en el proyecto , es grato ver que una cinta europea relativamente pequeña sea recibida tan bien por todos«.
Toda esa magia es visualmente capturada en esta animación 2D, de la cual los directores son apasionados, y nos complementa con un buen guión que desarrolla a estos personajes en este memorable choque de dos mundos que cuenta además con un gran cast de voces que incluyen talentos como el de Sean Bean, Simon McBurney y Maria Doyle Kennedy.
La cinta, nominada a los Globos de Oro como Mejor Película Animada y que pinta fuerte como contendiente para esta temporada de premios, está disponible en la plataforma de Apple TV.