FICM 2021 en Unplugged News: Mauricio Calderón Rico y la importancia de las fábulas animadas
En Unplugged News continuamos con la cobertura de la 19na edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, donde el cine mexicano adquiere un importante papel en todas sus categorías, incluyendo uno de los más fuertes géneros que hay en el país actualmente como lo es la animación. Así, tuvimos la oportunidad de charlar con Mauricio Calderón Rico, director de la linda fábula animada titulada El Cuervo y El Venado, que pudo realizar gracias al apoyo de Anima Estudios. Esto fue lo que platicamos.
«El guion lo escribí hace bastantes años. Estaba pasando por un momento medio triste en mi vida y justo quería escribir algo super blanco, inocente, algo para niños. Me di entonces a la tarea de hacer algo basado en una fábula iraní que leí alguna vez entre estos dos animales. La adapté y la verdad si era un proyecto bastante largo pero gané una convocatoria que lanzó Anima Studios y ellos me ayudaron muchísimo para lograrlo. Soy más bien un director de live action, asi que recibí mucha ayuda para entender el proceso de un corto animado que si, es mucho más complicado de lograr», comenzó contándonos el realizador mexicano.
Acostumbrado a formar parte de un colectivo independiente, Calderón se tuvo que enfrentar a algunas ventajas y desventajas que no estaba acostumbrado a encontrar. «Me enfrenté con dos cosas al trabajar con un estudio tan grande como Anima. Lo mejor por un lado fue el gran talento que tienen y el profesionalismo de los expertos de animación en todas las áreas desde los que hacen los fondos hasta las cabezas mismas del estudio. Pero también, el estar en un estudio tan grande tiene como desventaja ciertas burocracias donde se tiene uno que acoplar a sus condiciones y tiempos, cosa que en el colectivo que participo normalmente de cine independiente no pasa al tener muchísimas libertades. Así que hay pros y contras, pero cuando ves el resultado final, te das cuenta del peso de lo positivo, mas allá de que en la burocracia que implica todo se queda un poco rezagado el proyecto en los tiempos. Aunque en el balance final, fueron más las ventajas, sin duda», expresó.
También, Mauricio nos habló de algunas diferencias fundamentales entre el live action y la animación. «Como director de un proyecto animado no estaba todo el tiempo ahí ni seguía paso por paso todo lo que de hacía hasta que iba al estudio, veía los avances y procesos para decidir continuar o volver un par de pasos atrás. Esa diferencia es fundamental conforme a la labor que hago usualmente en live action, donde siempre estas ahí viendo lo que sucede. Creo que es lo más palpable en cuanto a los procesos que sea distinto. Aunque he de confesar que trabajar con este gran estudio me hizo adaptar algunos de los sellos del mismo, como el tipo de animación. Pero la satisfacción final que tengo de haber trabajado con ello es grandísima, sobre todo porque pude aprender mucho de otra disciplina.»
En cuanto a los tipos de trazos, que si bien remiten al estilo de Anima Studios, se nota una simetría en las formas que pocas veces podemos apreciar en cintas animadas mexicanas. «Una de las más grandes influencias fue la animación rusa. Platicando con loa diseñadores y el equipo que trabajaba conmigo, les mandé mis referencias de esa antigua forma de dibujar. Y es que llegó un punto en las conversaciones del proyecto que los animales llegaban a hablar pero llegamos a la conclusión de que fuera sin un solo diálogo, más universal y con pura música que nos remite a Pedro y el Lobo, donde cada animal tiene su propio sonido. Además les di una referencia de una caricatura rusa que veía de niño que tenía los mismos puntos para hacer accesible a todo público al relato», afirmó el realizador acerca de estas peculiares influencias.
Aquí, Calderón Rico aprovechó para destacar la labor musical detrás de este cortometraje. «El trabajo de diseño de audio y composición de la música es muy destacado. Estoy muy agradecido con Samantha Aponte por esa gran labor que funciona además bastante bien con el hecho de no tener diálogos. La música es totalmente ese eje narrativo que necesitaba esta fábula», confesó.
Retomando un poco el tema de las diferencias y recursos para hacer cine, Mauricio nos habló de esos dos enfoques tan distintos que ha vivido en su proceso como cineasta, ya sea en el Colectivo Colmena como con Anima Studios. «Definitivamente no hay nada como la libertad de poder escoger tus proyectos. Éste fue algo muy sui generis para mí desde la temática. En Colectivo Colmena nos enfocamos en otro tipo de relatos. Y este guion, que escribí antes de iniciar con el colectivo, ya estaba listo pero se alargaron los tiempos debido a ciertos asuntos. Ahora creo que estoy en un momento totalmente distinto de la vida pero no niego que me da mucha felicidad que por fin este corto vea la luz porque, finalmente, también es mi trabajo y la inocencia o la blancura de la historia es diferente. Al final, ambas cosas tienen buenas y malas situaciones. En el colectivo el problema es conseguir el dinero para producir y en Anima se tiene todo pero los tiempos son los que ellos dictaminan. Lo ideal es encontrar el punto medio, algo que andamos en camino, creo yo, de ir consiguiendo», expresó.
Al preguntarle si le gustaría volver a hacer un proyecto animado, el joven realizador independiente no dudó en contestar lo siguiente: «Hubo un punto en el que me pregunté si era mejor hacer mi ópera prima con animación pero me di cuenta de que es más caro a veces que el live action. Somos amigos del estudio llamado Cinema Fantasma, que andan levantando su ópera prima animada también pero los costos son sumamente elevados. Claro que me encantaría volver a dirigir algo en el género pero con la complejidad temática que tenemos en el Colectivo Colmena.»
Cabe mencionar que este tipo de fábulas de animación ya no son tan socorridas en la animación actual, algo que hace que la sencillez del relato del Venado y el Cuervo se convierta en algo llamativo. «Quería demostrar la amistad improbable entre estos dos animales. Lo busqué porque me resonaba mucho en la cabeza. Al encontrar esta fábula, quisimos mostrar que las apariencias son engañosas. No sabes si la figura del cuervo es buena o mala, si es un amigo o no, incluso desde el aspecto. Queríamos generar interés en el espectador bajo este halo de misterio. El zorro, por ejemplo, es completamente opuesto al cuervo. Buscábamos generar esos conflictos y dudas para que, al final, dejemos ese apertura que dejamos a libre interpretación pero que enfocamos hacia un buen fin», aseveró Calderón Rico.
Ese juego de apariencias es fundamental para el encanto de este relato. «Esperamos que eso ayude a conectar con la gente, sobre todo porque el corto es muy familiar. Sé que la animación se presta para todo tipo de géneros o narrativas pero éste nos remite a esas viejas caricaturas de hace años, cuando algunos de nosotros éramos niños y esperamos que pasen un buen rato viéndolo», agregó el director.
Con claras referencias a Pedro y el Lobo, El Zorro y el Sabueso o incluso Bambi, esta magia de un clásico animado es lo que hace que este cortometraje animado valga la pena para verse. «Esas historias son tan poderosas que no importa cuanto tiempo pase, siguen siendo tan poderosas que resuenan hasta la fecha. Al final, las fábulas están para eso, para dejar una moraleja, un aprendizaje importante de ellas», concluyó Mauricio Calderón Rico.