FICM 2020: ‘Pieza de Colección’, del vacío y los objetos como identidad
La libertad creativa de los cortometrajes da pauta para que sus autores puedan realizar experimentos interesantes incluso de un corte diferente a lo que usualmente vemos.
En Unplugged News pudimos charlar con la directora de un proyecto de esta índole, Dalia Huerta Cano, con motivo de su cortometraje llamado ‘Pieza de Colección‘, mismo que realizó con su colega Eula Biss y forma parte de la Selección Oficial de Cortometraje Documental en el 18vo Festival Internacional de Cine de Morelia.
«En realidad el proyecto nació como un encargo, ya que una persona en común me comentó que el trabajo de Eula y el mío tenían muchas cosas en común, lo cual es cierto. Nos presentaron vía correo electrónico, platicamos y ella me mandó varios textos. Los leí, saqué los extractos que me parecían interesantes y se los envié. A partir de ahí, el proyecto empezó a cobrar otra vida. Y así, empezamos a crear una conversación, un vínculo donde ella armó el texto y yo lo visual. Como se hablaba mucho del consumismo, de los objetos y los espacios vacíos, recordé que en el 2017 grabé un poco del final del sismo que hubo, algo que ni siquiera sé por qué grabé y pues ahora me vino a la mente justo eso, se me hizo lo lógico conversar con estas imágenes. Así se unieron las visiones, su historia se volvió paralela a lo que yo viví y de ahí salió el corto«, platica Dalia Huerta Cano.
Empalmar dos visiones distintas en una sola idea tan abstracta, llena del formato de ensayo, no suele ser sencillo. Al respecto de ese proceso la directora nos contó: «En nuestro caso fue muy curioso porque hicimos un match muy bueno. Incluso nosotras nos sorprendimos de lo bien que nos llevamos y conjugamos nuestras ideas en una sola. Además todo esto fue hecho a distancia, fue super fluido el proceso. Al final si había detalles que hablábamos para cambiar o mejorar algunas cosas pero todo fluyó muy bien entre las dos«.
El consumismo es uno de los temas primordiales de este cortometraje, donde los objetos fungen como dadores de identidad. Hablando de este tema, la directora comentó: «Incluso los objetos a veces te cambian la vida. Hay algunos que si cambian de dueño, cambian de valor y la diferencia de esa percepción puede ser muy distinta. Por ejemplo, algo que a mí me puede encantar, a ti te puede parecer basura. Eula y yo siempre hemos estado interesadas en esos temas, cada quien desde su punto de vista pero hay una convergencia de ideas. Es un tema que a mí me llama mucho la atención, el valor que le damos a los objetos y cómo nos definen. Incluso tengo otro proyecto anterior donde también hablo de esto. Creo que sí es una pregunta que todos nos hacemos de repente y más en este corto con este toque de ensayo. Esa obsesión que luego tenemos por las cosas de Ikea o los catálogos con nuevas cosas y que no podemos dejar de desear«.
La opción de contar este relato como un ensayo acerca de estos temas, como el consumismo, el vacío, la identidad y los objetos fue algo no planeado. «Se fue dando, sobre todo por la naturaleza del texto. De ahí fue muy fácil complementarlo con la imagen pero nunca pensamos en ese formato específico, solo fue de ‘dame lo que escribes, yo leo y a ver que sale«, afirma la realizadora mexicana desde Oslo.
Usando frases tanto populares como de otro estilo, también se habla de los lugares vacíos, aquellos que parecieran no existir, buscando un sentido de pertenencia. «En este caso fue algo que sentimos al revés Eula y yo porque cuando tuve que sacar mis cosas del departamento después del temblor de 2017, se fue toda la vida del lugar con los muebles, solo quedó un espacio vacío, una sensación que nunca había visto ni sentido en mi vida y eso que yo vivía ahí. No reconocía ya el lugar estaba muerto, se volvió un lugar abstracto. Ahí me di cuenta de esa postura contraria, de cómo tú también le das vida a algo a través de los objetos porque ellos son vida tuya, así que también los puedes matar«, nos contó Huerta.
Existe ese paralelismo entre los vacíos de los espacios y la naturaleza humana, misma que también tiene esos momentos de vacío, de búsqueda de pertenencia. Esta relación intrínseca entre ellos la percibimos en este corto experimental. «Nuestro cuerpo mismo se vuelve un objeto a veces, una mera imagen«, reflexiona la directora.
Y aunque también se siente un aire de crítica al capitalismo y ese consumismo desmedido que caracteriza al ser humano, Dalia no quería inclinarse por ese aspecto. «Más allá de esas etiquetas sociales creo que si hay países donde ya es muy común que si algo no te funciona lo tiras a la basura y te compras algo nuevo inmediatamente cuando no debiera ser así. Antes, si algo dejaba de funcionar tratábamos de arreglarlo pero ahora hay una bola grande invisible que nos empuja a decirnos cómo debemos vernos, qué debemos vestir y tener. Ahí entra esta obsesión por lo nuevo que me parece sorprendente. Por ejemplo, no puedes traer un auto chocado, necesitas comprar otro, algo que representa un contraste en la vida tremendo. En México simplemente vemos a alguien con venados en su jardín y por otro lado alguien repara la puerta de su casa«.
Es ahí que el nombre del corto, ‘Pieza de Colección’ resulta perfecto para este proyecto, ya que un coleccionista justamente no tira ni busca lo nuevo realmente sino que conserva, lo cuida, lo repara, dejando de lado lo nuevo por ese valor intrínseco que tiene el objeto. «Lo escogimos también porque era un tipo de nombre de color blanco, que buscan nombres tan refinados con tal de vender y ser lucrativos pero a final de cuentas podrá tener veinte nombres pero sigue siendo blanco pero pues el título absurdo le hace ser el color del año«, platica tajante Huerta Cano.
Concluyendo la entrevista, Dalia Huerta Cano nos comparte sus pensamientos y sensaciones acerca de saberse partícipe de esta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.
No soy una autoridad en DHC (dalia huerta cano) pero, en cierto modo, sí lo puedo llegar a ser. Conozco a Dalia desde la post-pubertad, pero la conozco más desde el inicio de la juventud hasta su término. Y ahora que somos adultos, no la desconozco pero no con la cercanía de antes, nunca dejaré de conocerla y no terminaré de conocerla. La conozco tanto que sus cortos los tomo como algo personal, sé de dónde vienen muchas cosas que en ellos aparecen, sé quienes son las personas que en ellos aparecen, sé descifrar el metalenguaje de su comunicación audiovisual. Veo sus docus una y otra, siempre, y cada vez los voy desmenuzando más, aunque nunca termino de llegar al fondo de ninguno de ellos. No diré mucho más porque en ese post de FB ya ha dicho gran parte de lo que podría decir en ella y yo, mi pollito creador: https://web.facebook.com/alvaro05/posts/10156460244431750