FICM 2020: Carlos Cuarón regresa con ‘Amalgama’
Después de siete años sin presentar un largometraje, Carlos Cuarón regresa en el marco del 18vo Festival Internacional de Cine de Morelia con ‘Amalgama’, un relato donde cuatro amigos dentistas se enfrentan con sus verdades al encontrarse en una convención e irse un fin de semana a una pequeña isla del Caribe.
En conferencia de prensa para los medios de comunicación, el director y guionista, junto con los actores Miguel Rodarte, Tony Dalton, Stephanie Cayo y Manolo Cardona, quien además funge como co productor del filme al lado de su hermano Juancho, nos hablaron un poco más acerca de este largometraje que está en competencia este año.
“La idea surgió hace como 10 años cuando fui al Festival de Cartagena, donde conocí a Manolo, nos hicimos amigos y de ahí nació el concepto de hacerlo. Regresando de allá le conté lo que quería hacer a mi coguionista, esa idea de cuatro personajes encerrados en una isla un fin de semana y las consecuencias que eso traería”, comentó Cuarón.
El proceso de realización de esta cinta fue algo complicado para el cineasta en muchos sentidos. “Me costó trabajo llegar a donde quería con el guión. Después de tenerlo, el casting fue exhaustivo. Pero fui dando con mis cuatro actores afortunadamente con el tiempo. Al primero que escogí fue justamente a Manolo, que junto con su hermano vieron los problemas que tenía para alzar el proyecto y decidieron entrar a coproducirla”.
Al respecto, Manolo dijo: “Cuando me elige para hacer al personaje de Chema, con la productora vimos cómo poder hacer la cinta. Tuvimos la suerte de encontrar el apoyo de República Dominicana para ensamblar el modelo de producción que deseábamos y hacer de esta coproducción México-España lo que queríamos que fuera”.
Juancho Cardona complementa : “Era importante encontrar la cabida de la cinta en dos países, mezclar los diversos talentos internacionales involucrados. Tanto México en Tulum como República Dominicana en Santo Domingo nos brindaron un gran apoyo en una aventura que fue bastante larga”.
Pero detrás de esta comedia dramática con ambientes paradisíacos que tardó siete años en realizarse hay un tema en específico que quería tocar Cuarón. “Cuando trabajé la historia con Luis, lo primero que tenía claro era que el tema primordial era el dolor y los dentistas tienen esa connotación. Era muy propicio explorarlo a través de estos cuatro dentistas sin el día a día de trabajo sino por fuera, verlos como seres humanos normales. Es raro verlos así”, afirma el realizador.
Algo fundamental para que la película resulte divertida y trágica a su vez es la relación entre los personajes. Miguel Rodarte comenta al respecto: “En principio hay algunos de ellos que tienen compartido un pasado. Hay rivalidades de por medio y uno de los grandes aciertos fue que ya nos conocíamos entre nosotros tres. Stephanie era la más nueva del grupo pero ya teníamos un espacio de intimidad entre los demás. Es algo que sucedió, no fue planeado. Otra cosa fue que el hecho de estar encerrados por algunas semanas y grabar de noche, como vampiros, con ese sentido de grupo, ayudó a que se diera esa amalgama entre el equipo y se pueda apreciar la riqueza y complejidad que hay en los personajes”.
La química inherente entre el grupo de actores se refleja en la calidad del guión y los diálogos, algo en lo que Cuarón es especialista. “Fluyeron muy bien, fueron escritos de manera muy coloquial. Mi forma de trabajar es diferente ya que los actores son libres de crear su personaje como ellos quieren y sugieren. Los cuatro son muy proactivos y eso ayudó mucho. Algo que les comenté es que los diálogos no estaban escritos en piedra y yo buscaba una naturalidad entre ellos. Creo que son muy pocos diálogos puros los que quedaron en la cinta tal cual como los escribí. Dentro del proceso hubo cierto espacio para improvisar aunque no mucho y ellos estuvieron en el nivel adecuado donde los necesitaba ya que si uno improvisada los demás tenían que estar a la altura para responder, algo que se dio muy bien. Además de que casi toda la cinta son planos largos de ellos dialogando, por eso la importancia de ello”.
Llegó el punto en la conferencia en que el cast describió a sus personajes. Manolo define a Chema como “un odontólogo extrovertido, entregado a la vida, muy sociable, bastante descomplicado pero metido en una relación tóxica, complicada donde a través de la historia lo veremos caer en ese abismo de encontrarse consigo mismo. Por su parte, Tony Dalton habló de Saúl Bravo, “el más fifi del grupo. Tiene una especie de fijación con el personaje de Elena, es él quien se lleva a todos a una isla donde comienzan a sacar su verdadera esencia de quienes son”.
Mientras, la peruana Stephanie Cayo habla de Elena, la más joven del grupo, a quien “la reunión con los demás le provoca una catarsis, una revelación. Ella viene de tratar de salir de una relación no saludable de la que está tratando de ver como no preocuparse de lo que dice la gente que busca hacer las cosas de manera honesta. Pero es gracias a esta aventura que pasa por un viaje de confrontación de manera rápida”. Concluye Rodarte diciendo que su personaje “es el más dedicado a la investigación, es alguien que ha sacrificado su vida por su carrera y reputación pero que a la vez tiene una relación igual de dañina con su madre, algo que no puede dejar de lado”.
‘Amalgama’ nos presenta el dilema de ser honestos con nosotros mismos y con los demás, esto alrededor del marco de cierta crisis de la mediana edad. Al ser cuestionado del porqué tomó este enfoque, Cuarón contestó: “No soy alguien al que le gusta repetirse en lo que hace. Tenía que hablar de otra cosa y otra edad, exploré esto de la mediana edad que le dicen y tiene mucho que ver con que tenemos una edad biológica y otra emocional en la que a veces nos quedamos rezagados. Los personajes se han quedado atorados en una etapa emocional de sus vidas. Quería explorarlo porque me gusta explorar la construcción de personajes, que suelen ser más importantes que la historia misma”.
Retomando la cuestión del largo proceso de producción para llevar a cabo su nuevo largometraje y los aprendizajes que tuvo en el transcurso, el realizador dijo: “Hubiera querido hacer esta cinta inmediatamente después de ‘Besos de Azúcar‘. Esta tardanza habla del inmenso trabajo que costó levantar el proyecto. Aunque filmé varias cosas en estos años, como cortometrajes, si fue complicado. En cuanto al aprendizaje, en todos los proyecto aprendo. Hay un camino de evolución del lenguaje cinematográfico sin duda desde ‘Besos…’ hasta llegar a ‘Amalgama‘ que se puede notar”.
Aquí, Carlos toca un punto curioso acerca del también difícil proceso creativo y de casting que hay en la industria. “En México y España sucede que producimos 200 películas al año y hay rebatinga por todo mundo. En el proceso de casting, primero recluté a Miguel Rodarte. Cuando encontré a Manolo sabía que era Chema, al que cuando lo vi actuar el personaje lo confirmé. Con Tony ya tenía una intuición al respecto pero andaba ocupado en otros proyectos. Sin embargo, soy necio y lo volví a buscar y me encantó lo que hizo. Con Stephanie pasó lo mismo, hizo un self tape muy bueno pero necesitaba castearla en persona y ahí descubrí cosas que yo no sabia. Curiosamente los escogí porque me gustó su labor y no sabía que los tres hombres antes de este proyecto ya eran carnalitos de vida, eso ayudó mucho a la química”.
Rodarte interviene para comentar su proceso. “Fue muy largo, el tratamiento de la historia cambió varias veces y hubo varios proyectos, encuentros y desencuentros durante tres años. Pero creo que al final, después de todo, el rol era para mi y tener la posibilidad de hacer este personaje hasta las últimas experiencias es algo de lo mejor que me ha pasado” concluye.
Las locaciones también fungen como otro personaje en la cinta, ese paraíso que es testigo de las confrontaciones entre estos cuatros colegas que a través del dolor se encuentran a sí mismos. “Visualmente la película se ve hermosa, para que sientas y disfrutes la cinta gracias a las locaciones de Tulum y República Dominicana”, dijo Manolo Cardona. “Gracias a esta cinta conocí el Caribe mexicano desde Holbox hasta Punta Allen. Es increíblemente hermoso y por lo mismo me tocó conocer toda la Zona de las Terrenas en República Dominicana, fue un placer trabajar ahí. Si bien sucedieron algunos imponderables, los tomamos con filosofía y nos la pasamos muy bien. Si, es una chinga pero a su vez es un placer”, afirma Cuarón.
El hecho de que su filme se presente en el marco de este afamado festival de cine resulta algo determinante en un punto como el que estamos viviendo ahora. Al preguntarle qué significa para él que esta edición de Morelia se lleve a cabo y que forme parte de ella, Cuarón responde tajante: “Esto es una declaración, el estar presentes en Morelia es una demostración que la vida sigue, así que esto es una declaración de vida y pues la nave sigue”. Continuando está idea, Miguel Rodarte declaró: “El FICM es un ejemplo para continuar por parte del gremio cinematográfico. Tenemos que seguir adelante y continuar, regresar al cine, obedecer las indicaciones de sana distancia porque efectivamente no hay más que seguir”.
La conferencia cerró con la invitación tanto del realizador como de los actores para que el público vea la cinta en el Festival Internacional de Cine de Morelia, ya sea de manera presencial o en su proyección en línea mediante Cinépolis Klic.