Te Llevo Conmigo, una historia de amor e identidades

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La realizadora Heidi Ewing, nominada al Óscar por su documental Jesus Camp (2006), siempre se ha caracterizado por captar esos pedazos de vida en sus proyectos. Ya sea sacando a veinte niños de uno de los ghettos más violentos de Baltimore para ofrecerles una oportunidad de estudiar y prepararse en otro país (The Boys of Baraka, 2005), así como mostrándonos la cruda realidad de una ciudad caída en desgracia como lo fue Detroit (Detropia, 2012) o la visión del judaísmo jasídico en Nueva York y el relato de tres individuos que buscan salir del mismo a pesar de las amenazas en su contra (One of Us, 2017).

Ahora, Ewing voltea hacia un tema más familiar, la historia de un amigo, Iván, un exitoso chef en Estados Unidos cuyo camino al cumplimiento del sueño americano lo ha llevado a pelear por su propia identidad, sus vínculos amorosos y familiares así como los sacrificios que en el camino ha tenido que hacer, todo en su primer filme de ficción titulado Te Llevo Conmigo.

Gracias a la visión de Ewing, vemos cobrar vida esta historia de cómo un encuentro fortuito durante una noche de fiesta en Puebla a mediados de la década de los 90s entre dos jóvenes, Iván (Armando Espitia) y Gerardo (Christian Vázquez), se va tornando en una historia anacrónica acerca de los prejuicios, la migración, la memoria y el sentido de pertenencia en una sociedad que no acepta este lazo entre ellos ni los sueños a los que uno aspira.

Una de las cosas más interesantes de este filme es cómo la directora mezcla un poco de su mirada como documentalista y la combina con la ficción de las memorias del protagonista. Podemos ver al verdadero Iván hablando de este sueño de volver a México, de su travesía por lograr lo que quería mientras viaja en el metro de Nueva York de manera silenciosa.

De repente, tomamos el camino de la memoria en la que vemos a Armando Espitia tomar el rol de este aspirante a chef y su historia de amor con Gerardo, interpretado por Christian Vázquez. Es este juego que hace la realizadora, de brincar entre los sueños y recuerdos del verdadero Iván lo que le da un toque auténtico al filme sin romper nunca el ritmo ni la belleza de su relato.

La labor de Espitia y Vázquez es destacada, generando una química inmediata entre sus personajes, a los cuales interpretaron sin conocer a las personas de la vida real sino hasta terminar el proyecto. Ese vínculo que desarrollan ambos es palpable y hace que la historia fluya de buena forma, compartiéndonos su alegría y dolor ante lo que enfrentan.

Otra actriz que destaca es Michelle Rodriguez, a quien se le conoce más por la comedia pero que aquí se convierte en una pieza clave para Iván (Espitia), logrando regalar una de las secuencias más emotivas de la cinta a su lado. Esto, aunado a la aparición de otros actores como Luis Alberti, Arcelia Ramírez o Raúl Briones, hacen de la historia un interesante reflejo de la dolorosa realidad a la que se enfrenta la comunidad LGBTTTIQ+ desde hace años debido a los arquetipos que maneja.

Sin embargo, todo funciona gracias a un guion bastante sólido que mezcla la parte de ficción con la realidad en donde el trabajo de Ewing al lado del experimentado Alan Page rinde frutos gracias a las frases en voz en off que nos sirven de guía para lo que vemos y que no se queda solamente con la intención de contar un romance homosexual, sino que aprovecha las circunstancias para hacer un comentario social y mostrar muchas más problemáticas entre dos países hermanados que a veces se desconocen.

Ahí están los temas acerca de la migración ilegal, de la tan anhelada búsqueda del ‘sueño americano’, los relatos de familias divididas por una frontera que no les permite reencontrarse, los arquetipos machistas y la dura cuestión de una falta de pertenencia en la que Iván se siente, una especie de limbo en la que no se siente ni de aquí ni de allá que lo llevará a enfrentar un dilema complicado.

Gracias a un adecuado trabajo de cámara, podemos ver tanto las virtudes de un país como del otro así como las grandes diferencias entre ellos. En México, están la discriminación y la violencia que sufren Iván y Gerardo por ser homosexuales, cosa que contrasta con el país vecino. Pero por otro lado, los EEUU cierran sus fronteras y las posibilidades a la gente que va en busca de una mejor calidad de vida y las dificultades que ser un indocumentado representa.

Todo eso es lo que Te Llevo Conmigo lleva a la mesa en una película que muestra el reflejo de una historia real bastante conmovedora que busca causar una reflexión social interesante creada a partir del amor y de esa constante búsqueda de la identidad en un viaje de vida que trasciende más allá del género y la nacionalidad.

FICHA TÉCNICA

Título Original: I Carry You With Me
Director: Heidi Ewing
Año: 2020
Actores: Armando Espitia, Christian Vázquez, Luis Alberti, Michelle Rodríguez, Ángeles Cruz, Raúl Briones, Arcelia Ramírez, Pascacio López, Michelle González

Calificación: 9/10

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