Anna Sólyom: de gatos, maestros y la conciencia interpersonal

A veces, la vida se torna complicada. Los cambios constantes, el encierro, las pérdidas, hacen que perdamos el equilibrio de vez en cuando. Pero de repente, en los lugares más inesperados encontramos maestros, guías que nos ayudan a recuperar nuestro camino. Anna Sólyom, escritora nacida en Hungría que ahora reside en Barcelona nos habla de ello en su novela Neko Café y en Unplugged News charlamos con ella acerca de unos instructores especiales: los gatos.

Comenzando, Sólyom nos habló de cómo llegó la inspiración para esta, su primera novela de ficción. «Me inspiré mucho viajando en los cafés de gatos que existen en varios países. Además, amo a los gatos y creo que quería trasladar su sabiduría a través de un personaje que tenía algunas dificultades, porque igual me gusta hablar sobre el cambio. También estaba la idea de cómo ayudar a esos felinos que aún no tienen amo y que necesitan ese cariño de un hogar. Esta mezcla de ideas juntas es lo que da origen a la novela«, dijo la autora.

El personaje que nos lleva poe este viaje de autoconocimiento y paz es Nagore, una chica deprimida, con la brújula perdida, que poco a poco va reencontrando el equilibrio en su vida. «Me parece que ella, a pesar de las claras diferencias, tiene algo muy en común con los gatos al final, que es el estar en paz. Visité un café de gatos en Budapest, mi país natal, y me encontré con muchísima gente en la hora de la siesta de los felinos. Aunque hay reglas de que no molestemos a los animales en cierto momento, les ganaba la emoción y eso provocaba la irritación de los mininos. Y Nagore está en un punto similar, porque trata de metabolizar y asimilar ciertas cosas de su vida que suponen mucha energía. Ella busca restablecer esa paz interna de su ser y lo bueno es que de la fobia que tiene a los gatos se va curando poco a poco y se da cuenta de que son seres distintos si solo se les deja ser«, afirmó Anna acerca de su personaje y esa dinámica que desarrolla con los gatos de su texto.

La escritora y terapeuta corporal destaca la importancia de la naturaleza alrededor de nosotros como un detonante para encontrar el camino hacia el equilibrio personal. «Solemos vivir tan desconectados de la naturaleza. A veces, a través de un animal o saliendo a un parque, nos ayuda a reencontrar nuestros ritmos internos, al equilibrio y la recuperación de sentirnos vivos a través de la manera buena, no sólo a través del sufrimiento ni el dolor. Considero que los gatos y la naturaleza en sí misma nos enseñan todo eso que a veces nos pone a pensar internamente en lo que no nos gusta pero así es la vida».

Es ahí donde entra su labor más importante, como un elemento más de auxilio a aquellos que buscan encontrar su felicidad, algo que resuena en su novela. «Busco ayudar a generar ese equilibrio entre mente y corazón. Muchas veces pensamos que sólo existimos en la mente y gracias al cerebro. Pero sin el corazón no sobrevivimos en este balance psico corporal en donde cada quien necesita lo suyo. Creía que podía poner estos elementos un tanto escondidos en la novela de que cada cosa necesita algo suyo para sentirse bien. Hay veces que podemos sentirnos mejor en situaciones que nos suponen retos enormes, pero pasito a pasito vamos avanzando con cosas que nos hagan sonreir, que despierten nuestra curiosidad. Poco a poco podemos reencontrar nuestra felicidad», complementó Sólyom.

Anna también nos confesó qué tanto de ella hay en Nagore, la protagonista de su historia. «Abracé el cambio que viví yo al mudarme de país, de Hungría a Barcelona, España, pero realmente no hay más paralelismos entre ella y yo. Creo que cuando necesitamos trasladar la vida de un lugar a otro resulta un buen punto de entrada para hablar acerca de recrearnos desde cero, que muchas veces nos pasa. En la pandemia, muchos se han encontrado con este reto. Y es curioso, ya que escribí la novela en el 2019, justo antes de todo esto y ahora tengo la fortuna de que al ser publicada pueda ayudar a las personas que han vivido cambios muy profundos en este periodo. Eso como escritora me hace muy feliz porque si hay un solo lector a quien le ha ayudado lo que hiciste, ha valido la pena todo el trabajo y lo que pusiste de por medio en ello» reflexionó.

Otro interesante aprendizaje que encontramos en su novela es la capacidad de reconocer que no siempre se puede estar bien en la vida. «Es bueno entrenar la conciencia para poder ponerle nombre a las cosas que nos están pasando. Para dar pasos positivos en esos procesos tenemos que saber donde estamos y a veces es difícil porque ¿cómo voy a decir que me siento mal? A veces, es difícil mirarnos al espejo y decir ‘aquí estoy y aquí sigo’ y eso es lo importante, tener esa decisión para dar ese paso y seguir, lo cual nos ayuda siempre. Hay que recordar que no siempre sabemos quién está al borde pero si podemos ser empáticos entre nosotros y considerar que ese pequeño acto puede cambiar algo. Ahí estamos todos, dando ese esfuerzo de vez en cuando y esta bien cuidarnos el uno al otro porque todos tenemos días buenos y malos y juntos podemos avanzar, enfrentarlo y ganar la vida», aseveró entusiasmada.

Aunque Neko Café sigue los pasos de Nagore, son los gatos y su naturaleza los que proporcionan las grandes enseñanzas que ella adquiere. «Los maestros felinos nos intentan enseñar esa autenticidad en nuestro ser. Un ser humano necesita dos cosas: pertencer y ser auténticos y eso implica que podemos sentirnos mal, que uno puede llorar o necesitar y pedir ayuda. El individualismo de la sociedad nos enseña a que siempre hay que estar fuertes, a estar siempre bien, a poner buena cara siempre en las redes sociales. Pero eso es una ilusión. Nagore al final aprende a vivir con ambas caras de la vida y creo que toda esta pandemia nos ha intentado enseñar eso, a crear ese equilibrio dentro de nosotros», afirmó la novelista.

Así, Sólyom también habló de los grandes maestros que ha tenido en la vida y que poco a poco le han ayudado a seguir adelante con su carrera y sus ideales. «He tenido muchos que han servido como guía. Empezando con una maestra en Hungría que me enseñó a escribir poemas, que considero una bendición. También tuve la suerte de conocer a Francesc Miralles, escritor muy reconocido por su libro Ikigai que me enseñó a refinar los diálogos, porque el arte de escribir una novela es algo muy distinto a un ensayo. Aquí, tienes que saber que es lo que tiene explicarse y lo que se puede quedar fuera para la imaginación del lector. Siempre podemos escribir y les aconsejo que sea de lo que les gusta porque es un apoyo muy bueno, es ahí, en esas expresiones artísticas que tomamos esas energías del dolor y las transformamos en creaciones.»

Uno de los rasgos más importantes por los que Anna le dio peso a ese paralelismo entre los animales y las personas es el concepto de la autenticidad. «Ellos tienen una personalidad como nosotros. Están felices, a veces se cabrean y presentan emociones diversas. Hay cosas que le gustan a un gato y a otro no, por ejemplo. Uno puede ser muy social, el otro muy introvertido, vaya son como pequeños humanos. Observé muchos gatos y su comportamiento para ponerlos en la historia de Neko Café. Capuchino por ejemplo, se inspira en Billy, un gato con el que convivo día a día y es un cabroncito porque quiere ser siempre el centro de atención, lo queremos mucho. El otro gato con que comparto mi vida es Sort, igual que en la novela, es un gato negro que se comporta siempre como caballero. Sólo fue cuestión de mirarlos y explicar cómo eran. También me ayudó visitar muchos cafés de gatos, sobre todo uno en Barcelona que me ayudó mucho a lograr mi texto. Verlos desplazarse y actuar de diversas formas entre los humanos que los visitan siempre me ha parecido interesante», agregó la joven escritora.

En estos tiempos donde el encierro nos ha afectado tanto en las relaciones interpersonales, Sólyom considera que hay cosas buenas por aprender al leer la novela y llevarlo más allá en nuestras vidas. «La bendición de nuestro tiempo es que muchas personas buscan un compañero, animal o mascota, que les pueda regalar felicidad y ésta es mutua, porque las relaciones son así. Implican una responsabilidad. De repente, me ha tocado ver a gente que al leer la novela no le gustaban los gatos y han decidido darse una oportunidad. Puede pasar que incluso aprendamos un poco de su idioma y coincidir en el apego que nos ofrecen. Eso es muy bello.»

Neko Café es el primer gran paso para Anna Sólyom, que no solo busca apoyae y ayudar a la gente mediante su esceitura, sino que también hace algunos videos donde busca servir de guia y apoyo para encontrar este balance necesario en nuestro día a día. Al respecto de lo que bos espera, la autora adelantó: «Tengo varios planes actualmente. Creo que mi tono y mi voz escribiendo siempre se enfocará en apoyar, ayudar o describir situaciones difíciles en la vida para ver cómo salir de ellas. Quizás escribir un thriller policíaco no sea lo mio por ahora pero puede ser, porqué no, que en un futuro se pueda. Parte de mi trabajo como terapeuta corporal conlleva cómo conectar la mente con el cuerpo y cómo podemos ser más conscientes de lo que nos pasa, de nuestro desarrollo personal pero siempre en contexto y conexión con los que están alrededor. De repente parece que somos individuos metidos en el mundo sin eso, sin pasado. Creo en la visión holística de la vida en la que existe esa realidad biopsicosocial.»

Cerrando la plática, Sólyom nos habló de cuál sería el maestro felino que más quiere o tiene mayor inferencia en su vida. «Ahora mismo creo que me quedaría con el gato Chan, el blanco, grande, que quedó con sólo un ojo y cuya enseñanza es: tómate un respiro, date una buena siesta y quizás los problemas se vayan sin realmente hacer algo. Recordar que tenemos este lujo de darnos una parada, de descansar, creo que es algo que podríamos disfrutar un poco más en medio de unas sociedades que no paran en su impulso y que están moviéndose siempre. Poder parar el mundo de uno por un momento es una bendición», concluyó alegremente.

Neko Café ya está a la venta en sus librerías favoritas gracias a los amigos de VR Edirores. Si quieren saber más acerca de la novela, pueden checar la reseña de esta emotiva novela aquí.