Sundance CDMX 2025: ‘Mr. Nobody Against Putin’
Perspectiva sobre la guerra, la resistencia, enseñanza y el aula.
Reseña con Spoilers
No hay nada más enriquecedor que el arte de enseñar. Los maestros son piezas clave para moldear el pensamiento de las infancias y, por ende, el futuro de un país. De la calidad de la educación depende cómo crezcan los niños. No por nada la escuela es llamada el segundo hogar. Sin embargo, hoy en día juegan un papel que va más allá del aula, ya que los contextos cambian, en especial con la guerra.
Esto es precisamente lo que se retrata en este documental, situado en un pequeño pueblo de Rusia: Karabash. Su protagonista es, sin duda, un profesor que se ve envuelto en un contexto que engulló a su escuela, a sus estudiantes, a su familia… a su vida entera.

Pasha es profesor y videógrafo en la escuela de Karabash, un pueblo industrial al sur de Rusia. El documental sigue a este docente durante la conversión de la escuela en un centro de reclutamiento para la guerra. La transformación empieza con pequeños detalles, hasta alcanzar la más cruda militarización y propaganda. A medida que esta enseñanza impuesta crece, también lo hace el sentimiento de resistencia y resiliencia en Pasha.
Sin embargo, esta película va más allá: es un reflejo de cómo una comunidad es trastocada por la guerra, aunque no la vean de cerca. Las familias se quiebran, y aun en medio de este caos, se hace presente que más allá de un himno o un símbolo patrio, lo que realmente se ama es a la gente, a quienes nos rodean. La gente es el valor más preciado de un país.
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Hay muchas maneras de verla. Es contundente. Los planos, por momentos, asemejan grabaciones familiares que se sienten cercanas y que hacen que cualquiera conecte con los sentimientos. Durante esa hora y media, eres parte de la comunidad de Karabash, a través del lente de Talankin.
Cada detalle de este filme te transporta al presente y al pasado. También te muestra diferentes perspectivas desde un lugar alejado de las cámaras de las capitales: un espacio rural, una comunidad cercana, donde convergen distintos pensamientos: algunos proguerra, otros que la miran con apatia, otros que se resisten abiertamente y otros que aunque estén en contra resisten en silencio.
Es importante recalcar que no todas las personas son activistas. El propio Pasha no empezó siéndolo; ese cambio en él se da solo a través de momentos decisivos causados por los cambios políticos.
Esta película documental te deja en silencio al terminar. Porque deja una mezcla de desesperanza, tristeza e incertidumbre. Es más que nunca necesaria de ver, pues es un reflejo crudo de la realidad que se vive día a día en Rusia, y que, desafortunadamente, puede seguir ocurriendo. Una toma de conciencia. Una lucha de resistencia.