Kung Fu Panda 4: el regreso del Guerrero Dragón trae consigo uno que otro nuevo golpe marcial

Años han pasado desde la última vez que pudimos ver a Po y compañía en la gran pantalla derrotando villanos y sacándonos carcajadas, 8 años si somos concretos desde aquella ocasión en la que nuestro defensor más glotón por fin había encontrado a su familia de sangre y lo que parecía ser el cierre perfecto para una historia casi perfecta (si me lo preguntan aquella tercera entrega dejó mucho que desear).
En la cinta de 2016, pudimos despedirnos del personaje y pensamos que nunca más volveríamos a escuchar su cotorriza y sus antojos cada vez que usaba algo de su energía, pero hace unos meses, pocos también para ser exactos, Dreamworks y compañía nos sorprendía con que habían estado trabajando casi en secreto en una cuarta entrega misma que hace unos días pudimos disfrutar y vaya, han regresado al panda a sus orígenes.
Y decimos que a sus orígenes por que sin necesidad de tanta faramalla como en la segunda y tercera parte, nos presentan a un Po que ya domina las artes marciales y que ahora debe emprender el viaje de buscar a quien será su sucesor, que también, si somos estrictos han pasado más de 15 años desde que lo conocimos y pues, la espalda y las rodillas también le duelen al pobre de Po por lo que ahora su principal objetivo es descubrir quien podrá hacerse con el titulo del defensor del valle de la paz, o lo que es lo mismo el guerrero dragón.
Con un desfile de nuevos personajes en su mayoría adorables, King Fu Panda 4 nos regresa a ese Po humilde, gracioso y sincero que pudimos conocer en su primera entrega, y entendemos un poco mas de los atributos necesarios para formar parte de los defensores del valle y también podemos empatizar mas con Po y comprendemos sus motivos y razón de su personalidad, cosa que con muchas risas y poco a poco nos contaron anteriormente pero aquí sumado a eso el toque de seriedad se explica de forma concisa.
La animación como en los últimos trabajos de la compañía es impecable, casi puedes sentir de lo que los dibujos están hechos y sobre todo la villana que en esta ocasión es una camaleona a quien podemos casi contar cada una de las escamas que cubren su ser, simplemente bellísimo todo aunado a los paisajes que mezcla una técnica de animación tradicional con 3D que le brinda de una personalidad única a esta historia.
Si bien, algo que causó polémica unas semanas atrás era que en el tráiler los 5 furiosos no aparecían, realmente en el transcurso de lo que ves en pantalla no es necesaria su presencia y se explican de manera justificada las ausencias de cada uno de los miembros del club, lo que da oportunidad a que los nuevos personajes como Jen y como el club de los malvados puedan brillar y tomar el spot en mas de una ocasión en esta cuarta entrega.
Algo que también hay que aplaudir es el maravilloso doblaje que Omar Chaparro hace con Po, a estas alturas de la vida, ya sería demasiado complicado imaginar a nuestro panda favorito con otra voz que no sea la del comediante, Chaparro le brinda de esa personalidad llena de ternura y a la vez dramática que nuestro héroe necesita y se agradece cada ocasión que un star talent hace un buen trabajo en doblaje sobre todo en cintas que tiene tanta distribución y que traen tanta fuerza como esta.
Y aunque no todo es miel sobre hojuelas ya que algunos momentos podríamos pensar que ya los vivimos antes en algunas de las tres secuelas pasadas, Po y Jen se las ingenian para hacernos reír con cada persecución, con cada chiste y con cada interacción que tienen en pantalla, un must que no hay que perderse en la pantalla grande en estas vacaciones de semana santa.
Se rumora que la historia de Po no ha terminado con esta cuarta parte, por lo que es importante el darle oportunidad y conocer lo que esta nueva aventura del panda glotón puede aportar a su universo cinematográfico, así que no se la deben perder.