FICM 2020: Matt Dillon presenta su íntimo relato del Gran Fellove

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En el marco de la 18va edición del Festival Internacional de Cine de Morelia habrá una proyección especial del documental dirigido por el actor Matt Dillon llamado ‘El Gran Fellove’, donde su pasión por la música cubana lo llevó a encontrarse con la figura de Francisco Fellove y a poder contar su historia.

En conferencia de prensa virtual, Dillon habló de lo especial que fue hacer este relato de la vida de un artista como Fellove, las dificultades del proceso y cómo la idea fue haciéndose poco a poco para entregar un testimonio de vida emotivo.

Para el actor, este proyecto es una carta de amor que Dillon escribe a Fellove, mezclado con el ambiente del México de los 50 y los músicos cubanos condenados al olvido después de tener éxito en el país.

«Soy un melómano, entonces el inicio de este camino fue al descubrir su música. Cuando lo escuché quedé impresionado. Otro inicio fue mi relación con Joey, yo le presenté a Fellove musicalmente hablando. Le sugerí que fuera a buscar a este tipo y lo hizo, todo esto por el gran potencial musical que tenía y los proyectos en los que estaba trabajando con grandes figuras de la música afro cubana«, comentó el actor/director acerca de cómo surgió la idea.

Al respecto, el productor musical Joey Altruda complementa el comentario. «Fellove era único como artista, nadie era como él. Puede haber quienes sean similares pero su grandeza es única, era algo singular. Lo que unió a todos en este proyecto es que era un filme hecho más con corazón que buscaba ser una carta de amor a la música. El corazón que le metió Matt para hacerlo fue hermoso«.

Es inherente que el proyecto tiene una íntima relación con este país, debido a la migración de los artistas cubanos en los años 50 del siglo pasado. Dillon opina acerca de la emoción que siente al presentar este documental en el país. «Me encanta México, siempre que he ido me han tratado de una manera maravillosa. Fue bello darle voz a la gente que vivió esta época y a los cubanos exiliados en el país, hacer ver lo que significó para ellos. Este filme, por muchas razones, es como un viaje de regreso a casa. Tener la oportunidad de presentarlo en el Festival de Morelia, en este país, de alguna manera también representa una vuelta a casa. México marcó el inicio de la historia de Fellove. Se convirtió, al final de su vida, en un ciudadano mexicano. El país era una tierra prometida que ofrecía grandes cosas para ellos como artistas por lo que creo que, si, es muy importante para todos que se presente aquí porque aunque Fellove era cubano hasta la médula, también era mexicano«.

Curiosamente, algo que Dillon comparte con estos músicos es el haber vivido la calidez del pueblo mexicano. «Había un tipo llamado Dandy Beltrán, que lamentablemente ya falleció. Él siempre hablaba del trato amable que se le dio a los cubanos en México. Yo me sentí así cuando iba a filmar, siempre me sentí así. Cada experiencia en México ha sido mágica en ese sentido. Hay muchísimas historias que encontré y me contaron en este viaje. «, afirmó Dillon.

Entre la plática con los medios, Dillon también contó una peculiar anécdota de muchas que obtuvo de los personajes cubanos con quienes pasó el tiempo hablando en el país. «Beltrán me contó de su relación con Tin Tan y Zamorita, que en México era conocido como un comediante pero en realidad es un gran compositor de música cubana. Un día, a Beltrán y Zamorita no los dejaron entrar en un bar por el color de su piel. Cuando esto sucede, Tin Tan se enoja y les comentó que deberían ir a México porque ahí no los tratarían de esta forma«.

La manera en que Matt se expresa en el filme es poco convencional conforme a las estructuras comunes de hacer un documental. Dillon le da un tratamiento casi de partitura musical, algo adecuado para contar el relato de Francisco Fellove, con una historia tan particular. «Tenía toda esa historia de su vida en México pero no le interesaba el pasado, no buscaba revivir esa nostalgia. Mientras que el Buena Vista Social Club revivía esos tiempos de gloria, él pensaba en hacer rap o música electrónica, te hablaba de quien era él. Cuando empezamos a entrevistar a la gente pude ver claramente la historia en común que todos tenían. Cuando vi las cosas que tenía con su nueva pareja en un ático lleno de polvo había montones de cosas, sombreros, fotos. En fin. Fue ahí que vi que estaba una historia que contar«, comentó Matt.

Al hablar de su experiencia como director en este proyecto, confesó que sólo haría trabajos de documental muy humanos. «Si te sientes conectado con el tema de tu filme, puedes absorber la información y los hechos, todo lo que hay. La parte emocional es importante. La parte difícil puede ser que no hay una pauta a seguir como en los filmes de ficción. Y es que mi enfoque fue cambiando conforme al tiempo. Primero tenía pensado contar este relato acerca de los cubanos que migraron a México en busca del éxito pero después me encontré con el relato de Fellovez que estaba lleno de música, era una persona increíble y teníamos grandes memorias y grabaciones de él. Fue fascinante para mí, como persona, ver como grababan el disco y todo ese proceso creativo que vemos reflejado en pantalla«, concluyó.

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