Violet Evergarden: del amor y el poder de la palabra escrita
En el 2016, la casa productora japonesa Kyoto Animation tenía ya una reputación bastante establecida con animes como K-ON!, Clannad, Amor, Chunibyo y otros Delirios, entre otros títulos. Además, ese año tendrían el lanzamiento de la memorable cinta Una Voz Silenciosa, adaptación del manga escrito e ilustrado por Yoshitoki Oima que ganaría el afecto tanto de los fans como de la crítica.
En ese contexto, Kyoto Animation decidió dar el paso para anunciar que uno de sus siguientes proyectos sería la adaptación de la novela ligera titulada Violet Evergarden, escrita por Kana Akatsuki e ilustrada por Akiko Takase que duró aproximadamente un año, publicándose de diciembre de 2015 hasta diciembre de 2016.
La expectativa por el proyecto fue elevada, al grado de que el primer episodio del anime fue presentado en la Anime Expo del 2017, previendo su estreno en el año 2018 y alcanzando una distribución global gracias a Netflix, que la llevaría ese mismo año a lugares como Estados Unidos, España, México y el resto de Latinoamérica, consagrándose como uno de los animes de mejor calidad que se habían hecho en los últimos años.
Taichi Ishidate sería asignado como el director de este ambicioso proyecto, acompañado de Reiko Yoshida como su guionista para contarnos el relato de la joven Violet, quien desde pequeña fue tomada y educada como un arma de guerra. Pero es cuando llega a las manos del mayor Gilbert Bougainvillea que, sin saberlo, el destino de su vida cambiaría.
Después de sobrevivir a la cruenta guerra y perder sus dos brazos en la misma, Violet deja de lado la batalla con la duda del destino final del mayor Gilbert pero sobre todo del significado de las últimas palabras que escuchó de su boca: “te amo”. Recibida por la Familia Evergarden, Violet decide trabajar en una compañía postal para inclinarse por el trabajo realizado por algunas chicas llamadas Auto Memory Doll cuyo objetivo es llevar los sentimientos de la gente en forma de palabras, escribiendo cartas a petición de sus clientes para que plasmen ese sentir por medio de las cartas, ya sea amor, dolor, pérdida o cualquier clase de pensamiento que simplemente no pueden expresar verbalmente.
La serie, que consta de 13 episodios y un especial nos lleva a través de este viaje de descubrimiento por parte de Violet que poco a poco deja de ser una mera arma sin sentimientos y manipulable para irse dando cuenta de las diferentes maneras de sentir. Desde el amor puro de un padre hacia su hija, pasando por la pasión de una compañera por seguir su sueño hasta los deseos de una joven enamorada de un príncipe y querer saber si la quiere de verdad, paso a paso nuestra querida Auto Memory Doll va comprendiendo no sólo la fuerza de esos sentimientos, sino el poder de las cartas y su oficio.
En la primera parte del relato, que va del primer episodio hasta el séptimo, apreciamos el desarrollo de Violet a través de los personajes secundarios que la rodean y sus situaciones personales que demuestran cierta incapacidad de poder expresar lo que sienten de la mejor forma. Vemos enojo, llanto, miedo, así como esas diversas formas del concepto de amor que tanto busca darle significado nuestra protagonista.
En un formato casi episódico, estos capítulos sirven para conocer un poco más de ellos, concluyendo sus historias de alguna forma pero dejando huella y ayudando a que a Violet tenga ese aprendizaje necesario para volverse más sensible y humana, todo esto a través del poder de la palabra escrita y las cartas, que se presentan en esta ciencia ficción de época como la herramienta perfecta para expresar lo que a veces no sabemos cómo.
Pero es en los siguientes dos episodios, el 8 y el 9, donde al fin sabemos el pasado de esta Auto Memory Doll. Ahí por fin somos testigos de lo que sucedió con ella y Gilbert poco antes y durante la guerra, explotando el arco de manera definitiva para después, en los últimos episodios, comprender y entablar las paces con su pasado para poder seguir adelante y demostrar que ya no es simplemente un instrumento sin sentimientos, sino una humana que comprende no sólo lo que es el amor sino el sentido de la vida mismo.
La animación por parte del estudio y la dirección de Ishidate para captar este slice of life resulta memorable. El diseño de Violet resulta elegante y poco a poco va cambiando conforme a su aprendizaje, no en la forma de su vestimenta sino en las formas de expresarse y comprender lo que pasa con la gente a quien le ayuda. Los paisajes son luminosos y dan ese aire de esperanza que transmite la serie a través de su relato dramático aunque también otorga una crudeza en las imágenes de guerra o en los momentos donde la soledad y la tristeza es palpable.
Es ahí donde se nota que el director trasladó de manera muy efectiva las ilustaciones de Akiko Takase, dibujante de la novela corta que a su vez participó de lleno en la creación de este memorable anime, creando un mundo bello de ficción donde se dejan de lado las anomalías que podría presentar el relato en cuanto a avances tecnológicos o las mismas artes.
Pero esta visión no podría completarse de no ser por la adecuada musicalización del compositor y músico californiano Evan Call, alguien que tiene gran experiencia en los animes como Tokyo EESP o Senki Zesshou Symphogear. La labor en su composición es la que añade el toque final para crear la perfecta atmósfera musical para el relato trágico romántico de Violet Evergarden, mismos que se complementan con las canciones en los openings a cargo de TRUE y Minori Chihara que le dan el correcto punto de nostalgia a los episodios.
Con todas estas virtudes y personajes memorables, no cabe duda de que Violet Evergarden nos deja varios mensajes como el perdón y la comprensión pero sobre todo de ese poder de las palabras, la importancia de las cartas para plasmar los sentimientos de las personas que, en ellas, encuentran paz, luz y consuelo en un mundo donde la empatía por los seres humanos y el significado del amor son la razón de vida e incluso pueden ser el motor para cambiar la vida de uno.
Así, Kyoto Animation nos regaló desde hace unos años una pieza memorable del mundo del anime con un personaje como Violet Evergarden que nos enseña la gran lección del amor y del poder de la palabra escrita en una serie que está llena de lágrimas y drama pero también de esperanza albergada en un sobre, recordándonos que a veces una carta puede llegar a salvar una vida.
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