Te Veo, un suspenso de perspectivas engañosas

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«La diferencia entre el suspenso y la sorpresa es muy simple…», decía ni más ni menos que el maestro del suspenso, Alfred Hitchcock, en una de las conversaciones que sostenía con el colega de oficio, el francés Francois Truffaut, poniendo de ejemplo una escena con los mismos elementos pero donde recalcaba cómo «una conversación anodina se vuelve de repente muy interesante porque el público participa en la escena.«

Aunado a ello, este gran director fue de los que tenían la idea de “mostrar” antes que “decir» en el cine, creando así una definición cinematográfica del suspenso que muchos han buscado repetir pero que no a todos les resulta eficiente.

Entre las propuestas originales que Netflix ha sacado en la actualidad, el suspenso y el terror han sido fundamentales. Es así que llegó el estreno en la plataforma hace unos días de la cinta Te Veo, dirigida por Adam Randall, donde el juego del suspenso es muy interesante al jugar justamente con la participación de la audiencia y su percepción.

La premisa plantea la súbita desaparición de un niño en un pueblo tranquilo de los Estados Unidos que verá involucrado a un detective (Jon Tenney) que buscará resolver el caso. Sin embargo, a la par de este extraño suceso, comienzan a pasar cosas muy raras en su hogar que involucran a su esposa (Helen Hunt) y su hijo (Judah Lewis).

La primera parte de la cinta trabaja con una elaboración del suspenso al mostrarnos situaciones como cierta ruptura entre los miembros de esta familia, algunos sucesos sin explicación dentro de la casa que apuntan hacia algo paranormal como el encendido y apagado de ciertos objetos, el abrir y cerrar de puertas de la nada o simplemente la desaparición de algunas cosas que van poniendo en duda la sanidad mental de esta familia.

Incluso hablando de la línea de investigación del detective/esposo hay algo curioso en el suceso de la desaparición del niño, ya que en los primeros minutos vemos lo que pasa con él levantando la duda de qué fue lo que pasó, duda que de alguna forma pareciera estar ligada (¿o no?) a los hechos aparentemente extra normales que pasan en su hogar.

Es en este planteamiento donde, sin saberlo, el espectador comienza a meterse en este juego de intentar saber qué es lo que sucede cuando vemos fragmentos de la vida diaria de los protagonistas y cómo las cosas pasan sin alguna explicación lógica a la par de desarrollar los arcos narrativos de los miembros de esta familia que viven en una tensión tremenda que poco a poco va empeorando conforme los hechos se van desenvolviendo ante nuestros ojos.

Cuando pareciera que las cosas están llegando a un momento álgido que juega con la dicotomia de lo bueno y lo malo, la cinta de Randall da un giro de tuerca inesperado que comienza a rellenar los agujeros no sólo de lo que a todas luces parecían situaciones paranormales o extrañas que vivían los protagonistas sino alrededor de la misteriosa desaparición del niño, llevando a la audiencia en un viaje lleno de revelaciones inesperadas y un sentido retorcido de voyeur al que el título hace alusión.

La construcción del suspenso es destacada justo por ello, ya que nos muestra algo y después no se molesta en explicarlo, sino que genera este juego de perspectivas donde incluso la concepción de lo que es bueno y malo cruza una delgada línea conforme se desarrolla el guion, escrito por Devon Graye.

Ese mismo juego se desarrolla con los que creemos son los protagonistas, ya que al principio algunos tienen una mayor importancia para lo que sucede pero conforme la historia se desarrolla, nos damos cuenta de que no es así.

Claro ejemplo es el desarrollo del personaje de Helen Hunt, quien parece ser la guía de este curioso relato misterioso pero que poco a poco va disminuyendo para mostrar otros roles por ahí, como el de Owen Teague, que llegan a robarse no sólo la cámara en su actuación sino que gracias a su arco ofrece algunos de los mejores momentos en el relato que comienza a transformarse en algo mucho más sencillo pero igual de impactante, ofreciendo un thriller mucho más aterrizado a la realidad de un fenómeno que se llega a dar mucho en los Estados Unidos y resulta impactante verlo desenvolverse en un buen suspenso.

Otro gran punto que ayuda a este filme es la musicalización de la cinta a cargo de William Arcane, que aprovecha los momentos de tensión y juega con las intenciones del espectador al hacernos partícipes de este juego de percepciones en donde se transmite ese sentido de aprehensión de manera muy efectiva, situación que se vuelve mucho más notoria en ese último acto climático donde casi no hay diálogos.

Si bien la cinta no llega a reinventar nada en el género y llega a caer en los convencionalismos del mismo, lo destacado es que se arriesga a mostrar dos caras de una misma historia que encajan bien para crear un thriller doméstico intenso motivado por diversas razones que se revelan hasta su último acto.

Con un manejo de cámara destacado que mantiene el interés gracias a su atmósfera tensa en conjunto con una buena historia que toca ficciones como realidades duras e interesantes, Te Veo resulta ser un filme que puede jugar con los elementos de sorpresa, con la mirada del espectador pero sobre todo que, como decía Alfred Hitchcock, se vale de emplear muy bien lo que muestra para que las acciones más anódinas o básicas se conviertan en la base del suspenso jugando con las perspectivas de la audiencia y haciéndonos partícipes de las mismas acciones al cuestionarnos lo que vemos.

FICHA TÉCNICA

Título Original: I See You
Directores: Adam Randall
Año: 2019
Actores: Helen Hunt, Jon Tenney, Owen Teague, Libe Barer, Sam Trammell, Judah Lewis, Gregory Allan Williams                  Disponible en Netflix

Calificación: 8 / 10

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