Arelí González: dando voz a la dolorosa memoria histórica del país en ‘Somos.’
Somos., uno de los mas recientes estrenos de Netflix, sigue dando de qué hablar debido al crudo tema que refleja en el show, ese hecho de hace 10 años en el que un pueblo fronterizo de Coahuila fue víctima de la violencia en medio de una guerra contra el narco que dejó más pérdidas humanas que algo positivo.
En Unplugged News tuvimos el gusto de hablar con Arelí Gonzalez, actriz que forma parte del gran cast de esta serie limitada en su papel de Erika, la veterinaria del pueblo que vivirá de cierta forma la pesadilla que se vivió durante 48 horas en este pueblo de Allende. Aquí les compartimos lo que hablamos.
“El proyecto me llegó a través de mi representante por invitación de Bernardo Velasco, director de casting de la serie así como por mi agente»,comienza platicando Arelí acerca de cómo se involucró en este importante show. «A las tres semanas de hacerlo me notifican que estoy dentro del proyecto y ahí es donde me dieron toda la información acerca de lo que iba la serie, ya que no tenía idea de lo que trataría, ni de la producción, de nada. Nos explicaron a todos quien la producía, en base a qué estaba la historia y así fue.”
González también nos compartió un poco de la sensación que tuvo al saber que iba a interpretar un papel en un relato que hablaría de un hecho tan fuerte como fue este ataque de los Zetas a este poblado fronterizo. “Sentí mucha emoción y un tanto de incredulidad de decir que hablamos de un hecho que un 90% no sabía que había sucedido, incluyéndome. Desconocía del caso totalmente y eso me pareció impresionante y doloroso, cómo un hecho tan grande del cual muchos no estamos enterados pues es algo súper fuerte pero a la vez le da una importancia mayor a ser parte de este proyecto. Me emocionó muchísimo y claro que sentí mucha responsabilidad al saber de qué iba lo que haríamos”, declaró.
Aunque su papel como Erika no es en sí un personaje real, es una representación de muchas personas que vivieron ese trágico suceso, algo que le parecía interesante pero igualmente difícil a la actriz nacida en Torreón, Coahuila. “Es un honor estar en el proyecto pero también mucha responsabilidad. Aunque mi personaje, como todos en Somos., no es tal cual sacado de la vida real sino creado en base a los testimonios de quienes si lo vivieron en carne propia. Vi muchos videos, testimonios, voces que existen aún y sabiendo que hay una mujer que pasó por todo esto o incluso cosas mucho peores con desenlaces realmente graves, muy tristes, que va a ver la serie. Por ello jamás solté esa idea de esa persona que existe, que seguramente sabrá que esto pasó y me sentí obligada a hacer este papel con la mayor honestidad”, asevera.
Y es que una de las mayores virtudes de la serie Somos. es justamente la labor de darle voz a los que suelen ser ignorados, haciendo de este relato algo mucho más coral. Para Arelí González, el crédito es completamente de James Schamus, coguionista y showrunner de esta serie. “Todo se debe a la maravillosa y tan generosa puesta que tuvo James, lo que dice mucho de él como persona. Más allá de ser el gran productor que es con la carrera y los premios que tiene, lo que siempre le interesó hacer es una historia de la gente real que generalmente no se le pone atención y sólo se le da un número o parte de una estadística. La serie está basada en el artículo de Ginger Thompson que es narrado de forma coral y tal cual lo buscó plasmar en el show. La idea de James era imaginarnos que vemos una narcoserie; ahora gira la cámara y ve a la persona que cayó al suelo y hablemos de él, su vida, su historia. Eso es lo que resalta del serial y da mucho orgullo poder compartir y decir que el programa habla de todos y es para todos, para hablar por los que no lo hicieron y menos hace 11 años”, afirma la actriz.
Definitivamente, el enfoque del guion ayuda a ampliar esa perspectiva sin caer en el melodrama excesivo o la exageración. “Las escritoras tocaron el tema con el mayor respeto del mundo. No queríamos revictimizarlas, no era la idea y no podemos tocar ese dolor tan fuerte que pasaron y mucho menos que lo revivan. Simplemente es muy importante hablar de lo que sí sucedió. Esta serie es por ellos, para acercarnos lo más posible a un hecho del que es necesario se hable”, complementó Arelí.
Romper con los arquetipos de las denominadas como ‘narcoseries’ es algo interesante en esta propuesta, que bien podría ser un punto de inflexión en la forma de contar estos eventos reales de suma importancia. “Ojalá que así sea. Tenemos la esperanza de que se empiecen a contar estas historias, otro tipo de contenidos con visiones más humanas acerca de nosotros así como de formas de contar historias, de poder proyectar formas diferentes de ver al ser humano y quitar estereotipos. Es una apuesta grande por parte del mismo Netflix con este tipo de relato que no era incluido y que creo comienza a darle más importancia por estar más cercano a la realidad, con algo con lo que nos podemos identificar. Por todo eso, espero que Somos. sea un punto de inflexión”, comenta entusiasmada la actriz.
Hablar de Somos. inevitablemente trae el tema de la violencia en el país, misma que diez años atrás alcanzaba cifras increíbles en la cantidad de muertos que dejaba la susodicha ‘guerra contra el narco’. Arelí nos ofreció su perspectiva acerca de ello y cómo se relaciona directamente con la serie. “Lamentablemente este hecho de hace 10 años se dio a conocer incluso hasta dos años después. Se mantuvo muy callado por ese tiempo y cuando empezó a hacer ruido se manejó como algo que no había sido muy grave. Lo realmente delicado de esto es que se pueden poner sobre la mesa muchos temas e interrogantes pero el hecho de que se haya callado me parece la peor atrocidad, el acto de violencia mayor porque para callar una masacre de una cifra extraoficial de poco más de 300 personas ya te habla del nivel de miedo, corrupción, de violencia y silencio en el cual vivimos en nuestro país”.
Otro tema que brinda esta cruda serie limitada es, justamente, el problema que parece tenemos como población de la falta de memoria histórica, a lo que González aseveró con tristeza: “Tenemos un problema tremendo con la desmemoria en el país. Lo mencionaba también el director artístico del Museo de Memoria y Tolerancia acerca del porqué es importante para ellos albergar esta exposición que tiene todo el background de la serie en el museo en un acto para unir esfuerzos porque, tristemente, la violencia se nutre de eso. Y la única forma de combatirla es hablar de ella, hacer memoria y decir ‘existió’ porque si no, se puede repetir y eso es lo que se busca evitar”.
La grabación de la serie se dió mayormente en el norte del país, siendo Canatlán, Durango una de las principales locaciones, algo que hizo sentir cómoda a la joven actriz. “Me sentía muy a gusto, casi como en casa porque soy de Torreón» dijo, para continuar con la experiencia de grabar allá en medio de un panorama donde el tema del narco sigue latente. «Desafortunadamente, la violencia, aunque ya no está como hace unos años, sigue estando metida en la sociedad y siempre existen las historias de amigos o conocidos, familiares o incluso a mi, que también me ha tocado estar en mi casa y escuchar a lo lejos balazos o hasta granadas. Entonces de alguna forma estaba habituada a este tipo de historias. En cuanto al acento, se parece mucho al duranguense, lo cual me ayudó mucho para el personaje. Pensaba mucho en mi familia, me anclaba de ahí para recordar la forma de hablar, de dirigirse. Y la gente allá, en Durango, está súper acostumbrada a que haya producciones grabándose por allá y nos reciben muy bien, con todo el compromiso y emoción, lo cual era muy padre”.
Algo aplaudible en la labor de Arelí Gonzalez para darle vida a Erika es la preparación que tuvo para afrontarlo con una seriedad necesaria aunque a veces muy complicada. “Había escenas muy difíciles donde todos los testimonios y la evidencia que hay en las redes servía muchísimo para asomarse a lo que pudieron haber pasado en esas 48 horas y lo que les vino después. Toda esa espera, la incertidumbre de no saber que había pasado con sus seres queridos. Me tocó ver un panel con Ginger Thompson y otras tres mujeres donde pude observar claramente un cruce de mi personaje con los relatos de esas mujeres. Y al final del día lo que se cuenta de mi rol de Erika Cortés es que es una veterinaria que es hermana, madre y esposa. Tenemos muchas cosas en común, como que es una mujer profesionista que tiene su propio negocio y se dedica a él a la par de su papel como mamá o hermana. Otra cosa es su forma muy práctica de resolver problemas, algo con lo que me identifico mucho junto con la forma de poner en primer lugar a su familia. Además, todos conocemos el dolor profundo y hemos tenido pérdidas muy grandes, por lo que en ese sentido nos podemos identificar con ello”, contó la actriz.
Con un nudo en la garganta, Arelí abrió su alma al contarnos un poco de la gran carga emotiva y responsabilidad que cargaba al dar voz a una mujer que tiene que enfrentar la posible pérdida de su hijo, sobre todo en ese último episodio de la serie. “No puedo ni imaginar la pesadilla que vivieron y siguen viviendo. Cuando hice esa escena en el episodio final, la transité y después de que dijeron corte, me fue muy difícil frenar ese sentimiento. Me salía por dentro esa angustia, impotencia, miedo, como una combustión que me tardó unas horas más en que se saliera de mi ser. Me es duro pensar en las mujeres que verdad lo vivieron no sólo una noche, sino durante 48 horas, semanas, meses y que siguen viviendo ese dolor todos los días de su vida. A todas ellas les mando un abrazo fuerte, expresarles todo mi apoyo. No creo que haya palabras que pueda alguien decir como para sanarles esa parte. Solamente intenté, junto con mis compañeros, hacer una especie de homenaje y apoyo a lo que vivieron con toda la honestidad y el corazón que pudimos encontrar”.
A pesar de que han pasado ya 10 años desde que esta masacre fuera oculta y diera muy poco de que hablar en su momento, Arelí González cree que hay una luz de esperanza para acabar con toda esta violencia. “Aunque yo ya no vivo allá, mi familia, amigos y seres queridos si andan en ese rumbo y voy a verlos cada vez que puedo. Obviamente si hay diferencias entre ese entonces, cuando la época del terror y la guerra contra el narco a la actualidad. Todavía la realidad no está como quisiéramos, porque sabes que te tienes que estar con cuidado ya que, de alguna forma el peligro esta revuelto entre la sociedad, lamentablemente. Y no sólo en el norte sino en todo el país. Igual pasa en Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Jalisco. Tristemente es una cuestión de toda la nación pero yo creo que parte del remedio contra todo esto es la educación y la cultura siempre. No hay arma más contundente que eso”, concluye la actriz.