FICM 2022: Albert Pons y una chica llamada ‘Ingrid’
En la 20ma edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, uno de los cortometrajes elegidos en competencia fue Ingrid de Albert Pons, proyecto que narra la historia de una chica tapatía, donde la seguimos en un día cualquiera, envolviéndonos con las experiencias que tiene que enfrentar en su vida cotidiana y las sensaciones que vive.
En Unplugged News charlamos con este realizador, que llegó con esta nueva propuesta desde Guadalajara al FICM 2022 de la mano del productor Luis Bohigas y con las actuaciones de María Cid y Mario Zaragoza, ahondando más en el proceso de creación de este cortometraje cuyo rodaje duró una semana y se presentó en la capital michoacana durante las fechas del certamen.
«Siempre estoy en la búsqueda de entrar a diferentes festivales y lograr un estreno internacional. Creo que es el sueño de todo realizador. Para lograr hacer Ingrid hicimos un gran trabajo en equipo en el que todos los involucrados nos sentimos muy a gusto, todo debido al producto de las ideas de todos y no estar sobre dirigiéndolos», comenzó comentando Pons.

En cuanto a la protagonista comentó que ya la tenia en la mira desde antes de la filmación y afortunadamente aceptó sumarse a esta historia. Pero ¿cómo fue que Albert inició en esta industria de la cinematografía?
“Cuando estaba en la preparatoria, una maestra que tenia de historia del arte notó mi pasión por el cine y me dijo: ‘hay una universidad que donde puedes hacer tus filmes aquí en Barcelona’. Así que fue una cosa muy natural, no tenia otra opción, no sabía que otra cosa estudiar, así que me dije ‘de aquí soy’. Estudié la carrera durante los cuatro años que duró, me gustó mucho descubrir más el séptimo arte y algunas películas porque es una cosa que no para. Es como un gusanito que te pica y ya”, afirmó el realizador.
Hablando de Ingrid, Pons nos explicó más acerca del origen de este pequeño relato. “No queríamos contar una historia, como alejar el personaje y convertirlo en algo como la Caperucita Roja y la moraleja, manejar ese discurso de que te estoy contando esto, pero te estoy hablando de otra cosa. Busqué siempre desaparecer esa barrera entre la cámara y la calle».

«La historia nace de una amiga, estaba grabando un documental y me contó esa sensación de que un día salió del camión a su casa y pasó como tres calles y tuvo la sensación de que un hombre le estaba como siguiendo y luego llegó a su casa y no paso nada. Me dijo que se sintió hasta mal, como si se estuviera volviendo loca, pues no sabía si el hombre quería hacerle algo. Vivió toda esta experiencia de miedo sin que ocurriera nada y es así que se origina el proyecto«, agregó Albert.
Cautivado por la experiencia, el director y productor se percató de la importancia del tema sin llegar al fatalismo al que estamos acostumbrados. “Cuando me lo contó me puse a reflexionar, pues existe esa cosa de que a veces, para que hablemos de los temas, pareciera que tienen que matar a alguien, tiene que haber un desaparecido o pasar cosas graves, y no es así.»
«Entonces vamos a hablar antes de que eso suceda, pues aunque no pase nada si pasa mucho, y fue un trabajo de honestidad, como hombre, cómo vivo en un espacio público y cómo creo que esta idea, si quieres un poco patriarcal, de cómo se tiene que comportar un hombre o una mujer en la calle, captar un poco esta relación y su punto de conflicto que detona una emoción de miedo y de inseguridad, de terror en muchos espacios. Fue un poco de acercarnos a la investigación, a la calle, ver lo que ocurre y plasmarlo de la manera más simple”, aseveró el catalán.
Para Albert Pons volver a trabajar detrás de cámara era algo que quería hacer desde hace tiempo y no había podido lograr. “Para mí ha sido una maravilla el aprendizaje que ha habido detrás del corto. A título personal ha sido increíble este porque ahora que llevo como 7 años dedicándome a la docencia relacionada con el cine en el país, tenía muchas ganas de rodar. Venía de este documental que desgraciadamente no terminamos por falta de financiamiento. Fue como un año también, así de recibir el putazo de no lograrlo, y entonces fue de bueno, ¡hagamos un corto más chiquito!«.
«Me encontré entonces con Luis Bohigas, se interesó por el proyecto, apostó un poco por la mirada, por el guion, por mí como persona, por todo lo que queríamos hacer y todo entonces funcionó muy bien a nivel colectivo. Todo el mundo se sintió súper a gusto, sentimos como que íbamos por buen camino para llevar a cabo esto a otro nivel, y repetirlo y hacerlo más grande con largometrajes y generar un impacto económico, cultural y comprometernos a generar algo más que un corto, no algo individual, sino algo que pudiera ayudar a nueva gente a rodar y generar un poco de colectivo de impacto«, señaló.
Finalmente, Pons confesó lo que espera que suceda con este cortometraje. “Esperamos que a partir de Morelia tenga un buen circuito internacional, que se pueda ver y lo que más rescato, sobre todo, es que mucha gente, empezando por mi, ha iniciado a rodar y que esta historia ha detonado muchas cosas, que nos den trabajo y poder generar confianza en la industria, creérsela para seguir haciendo cosas. Y que el corto se vea, inspire, genere debate«, concluyó.