«Louis Riel o el cielo toca la tierra»: diario de un mártir y profeta

El revisionismo histórico es una reinterpretación de los sucesos históricos en base a nueva evidencias que cuestionan y re-valoran a los mismos de forma que se tenga una mayor precisión. A veces puede ser controvertido cuando se usa de manera indebida con fines particulares. Sin embargo, cuando se basa en evidencia y se realiza de manera académica puede contribuir mucho a una comprensión más completa del pasado.
Louis Riel o el cielo toca la tierra (título original Louis Riel ou Le ciel touche le terre, 2024) es la sexta y más reciente cinta del director mexicano Matías Meyer, hijo del historiador Jean Meyer. En esta ocasión el cineasta realizará una cinta de tipo biográfica e histórica.
En la Canadá de 1885, un hombre llamado Louis Riel es condenado a muerte por “alta traición”. Los últimos tres meses de su vida los pasará en prisión, donde escribe sus memorias hasta su último día.
Matías Meyer pincelea sutilmente el contexto histórico que envuelve a Louis Riel: un líder político y espiritual del pueblo métis, una comunidad indígena que se opuso a la incorporación a Canadá por amenazar su existencia. Estar desconectado de esta información no demerita la experiencia cinematográfica, pero sí su comprensión.
Salvo por contados elementos, un par de diálogos y textos introductorios/finales, la parte histórica del conflicto entre Louis Riel y el gobierno de Canadá resulta casi incomprensible. La cinta se centra más en él como un individuo que se encuentra encerrado; mostrando mucho su limitado estilo de vida. Le vemos intercambiar palabras con algún sacerdote, periodista, carcelero o por medio de cartas con algunos familiares; además de las esporádicas visitas de su esposa e hijo. Lo que nos da una amplia idea de su condición de prisionero y que lo coloca completamente en un status de mártir.
En el montaje final se deja a la interpretación del espectador la condición mental de Louis Riel, pues es alguien que afirma estar comunicado con Dios y que transcribe lo que se le es dictado desde arriba. Por lo que es considerado por varios de sus contemporáneos como un falso profeta o lunático. Incluso él mismo se denomina Louis “David” Riel por su semejanza con el profeta David. Es ilustrativo conocer la forma en la que redactaba sus escritos y diálogos profético, sustentándose en los robustos vestigios escritos de este personaje histórico canadiense.
A nivel fotografía el director opta por filmar completamente en blanco y negro; explica él que con el objetivo de evitar que el espectador se distraiga con el entorno y sus colores. Esta decisión a su vez tiene una segunda intención: plasmar más eficientemente el drama que significa el ineludible fin del personaje. Por lo mencionado en párrafos anteriores, que se centra exclusivamente en él y no en el contexto histórico, podemos decir que es íntima. La parte sonora se compone en gran parte por los sonidos de la naturaleza, como los cantos de pájaros o la corriente de los ríos, mismos que reflejan al menos dos cosas: la soledad de Riel y su tranquilidad ante la muerte.
La película ayuda a comprender, al menos un poco, el revisionismo reciente que existe en Canadá con respecto a las figuras históricas de Sir John A. Mcdonald y Louis Riel. Pues estatuas de Mcdonald han sido vandalizadas y quitadas por considerarlo un colonizador; por otra parte, Riel es reivindicado como defensor de los pueblos indígenas métis. Irónicamente, estos sucesos actuales terminan por cumplir las palabras que Riel expresa en la cinta: “El espíritu santo me reveló como será mi futuro. Será grandioso. Seré uno de los hombres más importantes del país”.