Borderlands (Reseña)
Ha llegado a cines Borderlands, la película basada en la icónica saga de videojuegos que tantos fans adoran.
Dirigida por Eli Roth y protagonizada por un elenco estelar que incluye a Cate Blanchett, Kevin Hart, Jamie Lee Curtis, y Ariana Greenblatt, esta película intenta llevar a la pantalla grande a los personajes y el mundo caótico de Borderlands.
Lilith (Cate Blanchett), una infame cazatesoros con un misterioso pasado, regresa a su planeta natal de Pandora para encontrar a la hija desaparecida del poderoso Atlas (Edgar Ramirez).
Para ello forma una alianza inesperada con un heterogéneo equipo de inadaptados: Roland (Kevin Hart), un antiguo mercenario de élite ahora desesperado por la redención; Tiny Tina (Arianna Greenblatt), una demolicionista salvaje preadolescente; Krieg (Florian Munteanu), el musculoso protector de Tina; la científica Tannis (Jamie-Lee Curtis); y Claptrap (Jack Black), un robot muy peculiar. Estos extraños héroes deberán luchar contra monstruos alienígenas y peligrosos bandidos para buscar y proteger a la niña desaparecida, que puede tener la clave de un poder inimaginable.
El destino del universo podría estar en sus manos, pero lucharán por algo más: el uno por el otro.
Sin embargo, creo que Borderlands se queda en un punto intermedio. La película nos presenta a un equipo de personajes que, aunque comparten un objetivo común, no logran conectarse ni entre ellos ni con la audiencia. Esto hace que el filme se sienta desorientado, especialmente para los fans más acérrimos de la saga, que pueden percibir la adaptación como superficial, mostrando solo armas, escenarios conocidos y personajes emblemáticos, pero sin la profundidad y cohesión que los hizo especiales en los videojuegos.
El mayor inconveniente es que estos personajes parecen estar en la historia solo para llenar un espacio en el equipo, sin aportar nada verdaderamente significativo. Es como si la película intenta ser una versión de Borderlands a su manera, pero sin satisfacer ni a los fans de toda la vida ni a los nuevos espectadores.
Los recién llegados pueden esperar un equipo cohesionado con el que puedan identificarse, mientras que los fans esperaban ver una fiel representación de los personajes que han amado durante años. Desde el principio, la producción de esta película enfrenta numerosos desafíos, lo que resultó en una obra que, aunque lleva el nombre de Borderlands, no logra capturar la esencia que hizo a los juegos tan únicos.
Aunque es entretenida y tiene momentos disfrutables, parece que le faltó audacia para crear algo que realmente conectara con los fans. La película carece del toque especial que caracteriza a los videojuegos y parece haber temido arriesgarse a algo más auténtico.
Borderlands merecía una adaptación más ambiciosa, quizá en formato de serie, que permitiera desarrollar la historia con mayor profundidad y sin miedo a innovar, pero siempre respetando las raíces que los fans tanto aprecian.