Un Hombre Diferente (Reseña)
El peor defecto, es no amarse a sí mismo
Todo ser humano ha pasado por una etapa de búsqueda de su identidad, y parte de la madurez con la que crecemos llega la aceptación y adaptación de quienes somos y ser así por el resto de nuestras vidas, con altas y bajas, felicidades y tristezas o en la salud y la enfermedad; la persona con quién siempre tendrás contacto eres tú mismo; y ese es el valor que se puede encontrar en Un Hombre diferente.
La historia cuenta la vida de Edward (Sebastian Stan), un hombre que aspira a ser un actor, pero tiene un padecimiento en su rostro, lo que a ojos de muchos es complicado no darse cuenta, cansado de su estilo de vida actual, se somete a un procedimiento médico para arreglar su rostro y tener la vida que soñaba tener.
Un gran aplauso se merece esta película, ya que es muy diferente a lo que habíamos visto en el cine si hablamos de la historia de alguien que tiene algún padecimiento médico y vemos como es el transcurso de su vida, y está película sí vemos la vida de Edward (Sebastian Stan) y sí vemos un cambio extraordinario en su imagen, y alguien podría esperar que la historia podría tratase de como gozaría su nueva vida al haber curado su “defecto”, pero este no es el caso.
Antes de detallar, Sebastian Stan hace una actuación sublime. Te retrata perfectamente todo lo que vive de una forma magistral, todo lo que sucede antes y después del procedimiento quirúrgico es espectacular y claro que, combinado con una muy buena fotografía y banda sonora, te puede transmitir un poco al cine de los ochenta y noventa, Aaron Schimberg como director realiza un buen trabajo.
Pero algo que se tiene que criticar es que, aunque tenga un buen guion y secuencialidad, hay momentos en los que se siente muy apresurada el filme en saltos temporales y dejan en mucho en la imaginación del expectante que es lo que sucedió ahí para que llegara a esto, y se entiende para que no se alargara la película, pero se pudo manejar mejor.
La historia es muy original, Edward (Sebastian Stan) tiene un desarrollo interesante, pues te narra perfectamente odia lo que padece, pero su complejo incluso lo aísla del cariño de otros que lo aman tal y como es, un ejemplo es con el personaje de Ingrid (Renate Reinsve) que a pesar de su padecimiento, ella realmente si sentía una conexión con él, pero Edward sometido a su inseguridad, cuando cambio su rostro, prefirió olvidar su pasado o también que estaba renunciando a sí mismo en el proceso, tanto es así que en su “nueva vida” no menciona que tuvo y jamás lo hace en el largometraje, literalmente se lo guardará toda su vida.
Este aspecto se refuerza fuertemente con el personaje de Oswald (Adam Pearson), que debemos de resaltar que este actor realmente si tiene neurofibromatosis en su rostro; este personaje se mete en su vida de Edward ya teniendo su “nueva vida” pero lo que ocurre aquí es a la vez crudo y triste, pues Edward siente una enorme envidia de que Oswald a pesar de padecer la deformidad, él es un hombre cariñoso, social, multifuncional y todo el mundo lo ama; no lo dice Edward pero es más que obvio que genera un resentimiento en su interior porque él nunca se aceptó a sí mismo y aunque haya cambiado de rostro, su inseguridad y amargura lo consumiría al final de todo.
Esto es un reflejo de cómo debemos amarnos a nosotros mismos, pues el amor empieza por uno mismo y agradecer la imagen que tenemos, pues es un reflejo del amor de Dios que él nos ama tal y como somos a pesar de nuestro pecado, pero nos toca a nosotros decidir con que actitud viviremos con la aceptación de quienes somos.
Un Hombre Diferente se estrena el próximo 5 de diciembre en todas las salas de cine de México, no te la puedes perder; gracias a Cine Caníbal por la invitación para disfrutar esta gran película.
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”
-Génesis 1:27-