Cómo Ser Millonario Antes Que Muera La Abuela (Reseña)
De lo cotidiano, nace lo extraordinario. Y es que en el cine hay películas que apuestan por asombrar con sus grandes recursos que construyen mundos nacidos de la fantasía, odas a la creatividad e imaginación.
Sin embargo, las referentes a la vida cotidiana, las que surgen de los acontecimientos cotidianos, aquellas que en la superficie podrían parecer de sencilla construcción, poseen siempre un volumen dramático con el que el público conecté y, contra toda tendencia, se conviertan en un éxito inesperado.
En este segundo tipo de producciones se puede encuadrar «Cómo Ser Millonario Antes Que Muera La Abuela», cinta tailandesa qué ha sorprendido por su buen recibimiento pero sobre todo por su conexión con un público que ha preferido favorecer en taquilla a secuelas, precuelas o en términos simples: apostar por lo seguro.
«M» quién impulsado por el deseo de una herencia multimillonaria, deja de lado sus sueños de ser un streamer de juegos para cuidar de su abuela, que padece una enfermedad terminal. Sin embargo, ganarse el favor de la abuela no es una tarea fácil.
Ella demuestra ser un hueso duro de roer: exigente, meticulosa y sumamente difícil de complacer. Además, al conocer que no es el único que aspira a la herencia, «M» se ve envuelto en una competencia, en la que debe hacer todo lo posible para convertirse en el favorito de la abuela antes de que se acabe el tiempo.
La fortaleza que tiene esta cinta radica sobre todo en una construcción de personajes que componen un retrato familiar que se ha universalizado. Sin buscar dibujar a una abuela inmaculada y diseñando un grupo de personajes imperfectos que ilustran diferentes realidades tanto sociales como generacionales, alimentando las reflexiones en el espectador sobre el papel de cada uno en la familia.
Desde el nieto interesado que tendrá un desarrollo personal cuando se dé el tiempo de conocer a su familia hasta el de la abuela que abrirá su coraza para entregar amor a sus seres queridos pese a sus diferencias, el filme es una emotiva experiencia que a más de uno conmovera, siendo participe de una relación que tras más de dos horas de duración dejará marca.
El ritmo es ágil, la belleza visual se encuentra incluso en el desorden de esas congestionadas calles o casas tailandesas, hay una exploración cultural sutil pero reveladora hacía dicho país. Es increíble, por ejemplo, que los espectadores que vienen de América Latina encuentren tantos puntos en común con los que puedan identificarse todavía más, sobre todo en esa hermosa manera de celebrar a loa difuntos, quizá con un grado más de solemnidad en el caso se Tailandia.
Las actuaciones, aunque un poco exageradas, funcionan para darle mayor fuerza a esos momentos de sentimiento puro. El componente de humor es efectivo dando paso a escenas que golpean, que quiebran, que dejan huella tras el visionado.
Si bien la cinta no es perfecta y hay algunas conveniencias de guión que puedan desdibujar la historia, lo cierto es que su ejecución y balance, las actuaciones llenas de carisma, hacen de «Cómo Ser Millonario Antes Que Muera La Abuela» una opción ideal para quienes quieran abrir su corazón a temas que duelen pero hacen crecer.
Porque de vez en cuando, aquellas películas que llevan a reconectar con nuestros parientes solitarios o que nos lleven a dejar la soledad, siempre son bienvenidas.
