Soy Frankelda (Reseña)
El primer largometraje mexicano en stop motion
Tuvimos la oportunidad de asistir a una función exclusiva de Soy Frankelda, la primera película mexicana realizada completamente en técnica stop motion, dirigida por los talentosos hermanos Ambriz.
No revelaremos ningún spoiler: esta es una experiencia que debe descubrirse sin demasiadas pistas, permitiendo que cada momento sorprenda al espectador. Dicho esto, pasemos a lo que hace de esta cinta algo tan especial.

Un festín de animación
Ambientada en un México del siglo XIX, Soy Frankelda cuenta la historia de Francisca Inmelda, una joven apasionada por los relatos de terror y por la escritura. La trama nos sumerge en una dimensión alterna conocida como “el mundo de los sustos”, un espacio donde cobran vida las pesadillas humanas.
La aventura comienza cuando ese universo oscuro se ve amenazado con desaparecer: los humanos ya no temen como antes, y las pesadillas están condenadas al olvido. La única que puede evitarlo es Frankelda, quien deberá enfrentar su propio destino entre la fantasía y el miedo.

Un relato con alma propia
El filme es una auténtica joya visual. Su impecable animación stop motion demuestra el enorme talento y la dedicación detrás de la producción. Además, combina técnicas como animación 2D y secuencias en acuarela que se integran en momentos clave, aportando un aire poético y mágico a la narración.
Más allá de su belleza técnica, Soy Frankelda emociona. Su historia no solo responde a varias incógnitas planteadas por la serie original, sino que también deja abiertas nuevas posibilidades, expandiendo un universo que promete seguir creciendo dentro del cine de animación mexicana.
Una gran propuesta para ver en día de su estreno, la cual fascinará tanto a chicos como a grandes por igual