FICM 2020: ‘Aká’ y la importancia de la memoria de los pueblos indígenas

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En Unplugged News tuvimos la oportunidad de charlar con Juan Daniel González y Adolfo Fierro, quienes presentan su corto documental ‘Aká‘ en el marco del 18vo Festival Internacional de Cine de Morelia para recordar la importancia de los pueblos indígenas y la memoria de las tradiciones en el país.

«Adolfo tenía una idea completamente diferente a la que realizamos al principio. Recibió un apoyo donde iba hacer cinco pequeños documentales con el material que filmó durante varios años con su cámara. Entonces ‘Aká‘ nace desde el primer encuentro que tuve con él, me mostró su material y quedé impresionado, porque se nota cómo fue filmado sin ninguna pretensión de nada, tan orgánico y natural ante su presencia, algo que hubiera a sido muy distinto si hubiera ido yo u otro externo a grabar. Así que le propuse que en vez de cinco cortos para su comunidad donde el material podría no importar mucho, hiciéramos otra cosa. Le propuse que mejor trabajáramos en conjunto en un solo proyecto donde él mostrará su visión acerca de la comunidad Rarámuri«, inicia comentando Juan Daniel acerca del nacimiento de este proyecto.

Al respecto de su sentir al poder hacer este proyecto que dé voz a su población y permita ver la importancia de sus tradiciones, el joven Adolfo nos dijo: «Crecí en la comunidad indígena, viendo como era todo y siendo testigo de cómo algunas tradiciones que se hacían antes fueron desapareciendo. Cuando los grababa, lo hacía por hacerlo nada más, simplemente porque tenía la cámara en mis manos. Y es que puede haber muchas comunidades pero no cualquiera tiene esta herramienta. Con el tiempo me fui dando cuenta de que se estaban perdiendo estas cosas que yo viví y que tenía aún en mi memoria, de cómo nadie más tenía esos conocimientos como yo. Mi temor a que eso se perdiera originó el documental. No podemos dejar que nuestras costumbres se pierdan con el avance de la tecnología. Y si se pierde, pues que al menos quede documentado ya sea de forma escrita o en video«.

Algo destacado de este proyecto documental es justo la importancia de darle voz y poder representar a uno de tantos pueblos, en este caso el Rarámuri, en pantalla. «Me siento muy feliz porque me veo más como un puente que puede hacer ver a la gente ese lado más real de la comunidad, porque muchas veces vemos otros proyectos donde se les retrata muy a conveniencia o de formas equivocadas que no son realmente de esa forma. Que este proyecto se pueda ver en más lados y que la gente vea esa naturalidad, el mostrarnos a través de la cámara las cosas como si fueran los ojos de Adolfo como un espectador invisible es algo especial. Estoy agradecido de que me diera la oportunidad de formar parte de este corto en el que tuve la fortuna de sumar mi visión, con dos miradas distintas que se unen y van al final hacia el mismo camino al poder mostrar a las comunidades que poco a poco se ven atrapadas por la tecnología y las ciudades. Lo mejor que podemos hacer ahora es apoyarlas y valorarlas de estas maneras«, afirmó González.

Tal pareciera que el cine, sobre todo el género documental, comienza a recuperar una conciencia social en sus mensajes al tocar temas como la voz de los pueblos indígenas, el feminismo, entre otros, que buscan la reflexión en la audiencia. Al respecto, los creadores de ‘Aká‘ nos dicen: «Hablando entre nosotros acerca de la importancia de este proyecto, le decía a Adolfo que con él se le está dando la importancia debida a la comunidad Rarámuri. Y es que ya hay montones de videos informativos donde se explican las ideas y costumbres. Hablando cinematográficamente creo que sí es mucho más importante tener estos proyectos que tocan fibras más sensibles porque hacen que conectes más. Y es que puedes ver reportajes u otra especie de documentales informativos pero esos no le llegan al mundo. Creo que lo que Adolfo hizo con esta pieza y todo lo que grabó sí tocará muchas fibras en muchas personas. Es primordial que exista más sensibilidad y profundidad en proyectos así«, comenta Juan Daniel.

«Para mí es algo muy bueno porque creo que puedo expresarme libremente y realmente como yo lo he vivido así como de una manera más original. Porque si fuera otra persona la que lo hiciera, su percepción podría ser errónea. Creo que es una manera de expresarse, porque lo que se ha grabado y hablado es desde mi punto de vista, como yo lo veo y lo siento. Eso es interesante porque mi visión es justo muy diferente a la de Juan Daniel. Igual no conozco a mucha gente que no son indígenas y no sé qué les interesa a ellos. Entonces este equipo con él me ayudó a encontrar un equilibrio para darnos a conocer como indígenas y con respeto a nuestras costumbres generando la empatía de los de fuera»

afirma Adolfo.

Para el joven director Rarámuri, este proyecto no sólo toca temas de su comunidad sino que pasa a lo particular, a hablar de él y su familia, algo que le da un toque muy personal al corto. Pero ¿qué tan difícil fue para él abrirse a ello? «No fue fácil porque no me gusta mucho aparecer en una grabación o algo así. Entonces para hacer eso de forma más natural fue difícil pero creo que es importante para que el público vea y conozca cómo es uno en la comunidad, de qué manera vivimos, cómo son nuestras casas y cómo es cuando viajamos hacia la ciudad entonces era por eso que me convencí de hacerlo«, confiesa Fierro.

Acoplar dos visiones en un solo proyecto no suele ser tan sencillo pero en el caso de Juan Daniel y Adolfo fue algo que simplemente se dió. «Desde que le plantee la idea, (Adolfo) me decía ‘yo qué importo, que tengo de interesante’ y no entendía porque, como persona no le gusta verse desde esa perspectiva. Pero lo convencí diciéndole ‘cuándo has visto un Rarámuri grabar en video a su comunidad’. Le puse mis argumentos sobre la mesa y lo dejé ver que lo importante era su persona, su preocupación por hacer esto y demás. A partir de ahí, lo entendió y comenzamos a darle forma. Teníamos muy claro que tenía que ser un trabajo de los dos, sin imponer ninguna idea sobre el otro, que de las dos visiones se lograra este producto» concluye González.

Por su parte, Adolfo conserva el interés de seguir dándole voz a su pueblo en diferentes proyectos. «Tengo varios casetes, quiero hacer más todavía. Creo que después de este primer documental se puede hacer algo similar o más diferente pero si, la intención está e incluso le agregaría más cosas, algo que haya faltado. También quiero saber que es lo que la gente quiere ver y las reacciones que vayan a tener al ver este material, saber sus inquietudes para cumplir con lo que esperan o quieren saber de este pueblo«, cierra el joven director Rarámuri.

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