Ben Affleck y Jon Bernthal, que buena combinación.

En 2016 tuvimos una película que fue muy bien recibido por los amantes de la acción, y es que Ben Affleck tiene una interesante actuación como un contador con autismo superdotado que se gana la vida con literalmente algoritmos, lo que eso lo lleva a una vida intrigante, llena de misterio y acción, ahora después de ocho años tenemos esta secuela que funciona como una historia al cuadrado, al sumarle un personaje más en su aventura, Jon Bernthal.

Han pasado ocho largos años, y el contador superdotado Christian Wolff se entera que un viejo amigo es asesinado por un trabajo misterioso; ahora él junto con sus habilidades y una federal tendrán que resolver el misterio y la razón de tan trágico incidente, lo que los lleva incluso a contactar al hermano menor de Christian, Brax cuyas habilidades son requeridas para esta misión, y ambos confrontarán su relación como hermanos, pero al mismo tiempo descubrirán la manera de completar la misión.

Primero lo primero, esta es una película de acción y lo que nos interesa es cuanto llega a entretener, y la verdad si es una película funcional y además con su propio carisma, desde la primera entrega nos daban un filme de acción y humor que la verdad si logra tenerte en tu asiento, son como aquellas películas que te gustaría ver en un fin de semana con tu familia.

La cinematografía en la película no es nada del otro mundo, siento que tanto la fotografía, banda sonora y movimientos de cámara, podrían ser más arriesgados para lograr un plus en cómo se desarrolla la historia; al igual que el guion, que es simple pero bien estructurado.

Ahora, Ben Affleck hace un buen trabajo con su actuación, la verdad el interpretar a un personaje con autismo no es algo fácil de hacer, pero lo hace de una manera autentica y a su manera, lo que da momentos bien secuenciados con acción y seriedad, claro con algunos momentos graciosos; pero la verdad quién se roba casa escena es el buen Jon Bernthal, el carisma del actor es muy refrescante lo que añade humor, pero a la vez un dualismo que se construye muy bien con el personaje de Christian Wolff.

Este dúo es genial de ver en la película, realmente tienen una buena química actoral, que funcionan como un buen complemento, siendo Christian Wolff, un personaje frio, analítico y calculador que revisa cada probabilidad de algo, y por el otro lado esta Brax, quien es un hombre instintivo y violento, pero que tienen un corazón amable y fraternal que intenta salir adelante con la relación con su hermano.

El Contador 2 es una secuela sólida y bien estructurada, no es perfecta, pero logra complementarse bien con la primera y añadir varios elementos al cuadrado; no pueden perderse esta película que se estrena el próximo 24 de abril en todos los cines de México.

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