Lecciones de un Pingüino (Reseña)

Un hombre, un pingüino, una vida que cambió para siempre
La vida de Tom Michell, en específico, el periodo que coincidió con la década de 1970, es una de esas historias que marcan el corazón y la memoria de quienes la conocen. Su encuentro con un pingüino al que rescató tras un derrame de petróleo lo cambió todo, pues Juan Salvador (como se le nombró al pequeño ejemplar de la especie Magalllanes) le dió color a un contexto oscuro: Argentina de la dictadura, de los desaparecidos, de las madres incansables por encontrar a sus hijos arrebatados por ese régimen.
A más de 50 años de aquel momento, en salas de cine estrena este 10 de julio Lecciones de un Pingüino, basada en «Lo que aprendí de mi pingüino» de Michell, publicado en 2015 y que es el resultado del hallazgo de unas cintas que Tom encontró, desempolvando memorias que parecían ya olvidadas.
Dirigida por Peter Cattaneo, nominado a los Oscars a Mejor Cortometraje por Dear Rosie (1991) y a Mejor Director por The Full Monty (1998), la película es una combinación audaz entre drama y comedia clásica británica, una que combina la excentricidad con el sarcasmo, sin despegarse de su compromiso por ser también un recordatorio de lo que fue Argentina en una de sus épocas más oscuras.
Es indudable que una de las fortalezas de la cinta es ese choque de mundos que representa la llegada de Tom a Argentina, pasando de ser alguien que evita cualquier consecuencia a alguien que ha encontrado en sí mismo un actor que puede luchar desde pequeñas acciones. Es justo esa evolución la que evita que el filme caiga en su ritmo, que se conecté con los personajes que completan la vida de Michell y sobre todo, se encariñen con el carisma a la vez que ternura de Juan Salvador, nombrando al pingüino de esa manera por el libro Juan Salvador Gaviota (Jonathan Livingston Seagull por su título original) de Richard Bach, una fábula que refleja perfectamente lo que esta cinta es: un relato de cambios, de evolución y también de pruebas.
La fotografía es agradable, la música transporta de buena manera a la época, se agradece que le den el espacio al español (aunque se entiende que la mayor parte de los diálogos sean en inglés) y que, pese a que siga una estructura ya conocida, ejecuten bien los tiempos dramáticos para lograr un efecto conmovedor efectivo.
No obstante, el punto más destacado son las actuaciones. Jonathan Pryce se roba cada escena como el director de la escuela, un hombre mayor al principio pragmático pero que abre sus horizontes para cambiar la manera que tiene de manejar la enseñanza de su colegio; Vivian El Jaber conmueve como María, empleada de limpieza que sufre la cara más cruel de la dictadura y que es una representación de la entereza que las Madres de Mayo han tenido que desarrollar; por supuesto que Steve Coogan hace una trabajo excelente como Tom, encontrando en este papel una oportunidad en la que se siente cómodo, brillando con su comedia puntillosa además de mostrar su abánico emocional.
Si bien hay esa sensación de que la película se ha hecho para lograr la lágrima fácil, lo cierto es que Lecciones de un Pingüino es una opción ideal para todos aquellos que busquen historias que lleven a la sonrisa, las lágrimas y por supuesto, la calidez que siempre está presente cuando un pingüino está involucrado.